2.5.08

Un conflicto peruano a través de lentes extranjeras: el caso de las leyes de desarrollo turístico en Cuzco

Por: Claire Wright
Este año ha visto toda una serie de protestas y movilizaciones en el Perú. Quizás el momento más preocupante ha sido el paro agrario acompañado por la declaración del Estado de Emergencia en febrero. Los medios de comunicación tienden a enfocarse en las estrategias (violentas o no) de los actores involucrados en estos conflictos, pero suelen dejar de lado un elemento clave (en que ellos también están involucrados): los intentos de crear significados para guiar la opinión pública sobre los sucesos.

El poder de clasificar una situación como “un problema” es imprescindible para cualquier grupo que pretende realizar un acto de protesta exitoso. De acuerdo con el concepto del enmarcamiento en las ciencias sociales[1], hace falta que los actores formulen un esquema de interpretación que invite a los demás a compartir su diagnóstico de la situación. En el caso de un grupo de personas que se sienten agraviados, se trata primero de poner el tema en la agenda y segundo de imponer su diagnóstico del problema.

Las recientes movilizaciones en Cuzco ofrecen un ejemplo sumamente interesante del uso de elementos cultural e históricamente relevantes en la tarea del enmarcamiento del conflicto. Como explica Tarrow, cualquier proceso de acción colectiva implica un enfrentamiento de estrategias entre el Estado y los manifestantes.[2] Por esta razón, parece conveniente ofrecer unas reflexiones sobre los marcos usados tanto por las autoridades centrales como los actores cuzqueños en el período de febrero y marzo de este año en curso.

Por el lado del gobierno, es interesante observar que varios políticos han actuado como portavoces para enmarcar la versión “oficial” del conflicto. Entre ellos se encuentran Alan García, Jorge del Castillo, Mercedes Aráoz y Antero Flores. Con sus afirmaciones, han clasificado la situación – sobre todo los actos de violencia del 22 de febrero - como un rechazo del desarrollo por los cuzqueños, refiriendo a los manifestantes como comunistas, extremistas, ignorantes, radicales, intolerantes y violentos. Además, han hecho un llamamiento a los principios de la democracia y de un Perú unido y firme para ganar más apoyo popular, incluyendo el de los cuzqueños “silenciosos”.

Por otro lado, los manifestantes de Cuzco han contado con un portavoz principal, el dirigente Efraín Yepez, que logró tener acceso a los medios de comunicación para realizar su propio intento de creación de significados. Rechazando la noción de desarrollo turístico como parte de un super-proyecto neoliberal, ha enmarcado a las acciones de los manifestantes como un intento de proteger el patrimonio inca. Para defenderse de las críticas del gobierno central, se ha presentado a Cuzco como un chivo expiatorio histórico del Perú.

En este momento, parece haber un empate en el enfrentamiento, reflejado en el uso de un discurso menos crítico por ambas partes. Los manifestantes de Cuzco han afirmado planes para más paros y protestas, pero desde la ceremonia de agravio realizado el 24 de marzo, no se ha producido ningún acto de protesta. Por otro lado, el Ministerio de Transporte y Comunicaciones ha llevado a juicio a más de 70 dirigentes por los actos de violencia cometidos en febrero. Aún así, la Asamblea Popular ahora está amparada bajo la CGT y una nueva plataforma de 10 demandas, con lo cual parece que el ciclo de protesta se haya cerrado, sin poder identificar un claro ganador.

Resulta sumamente difícil medir el impacto y el éxito relativo de los dos diferentes enmarcamientos de cualquier conflicto. Aún así, es posible ver qué significados han sido incorporados y aceptados por la prensa extranjera, un enfoque que es sumamente interesante teniendo en cuenta la visibilidad de la ciudad imperial al nivel internacional, y las preocupaciones por varios actores sobre la imagen que se tendría de Cuzco después de los paros. A continuación se estudian los comentarios por tres periódicos/revistas internacionales: The Economist[3], la BBC[4] y abcnews[5].

Por un lado The Economist presenta a los manifestantes de Cuzco como unos NIMBYS[6], que han rechazado una propuesta que serviría para impulsar el desarrollo turístico, que se considera el sector más importante para la ciudad. El artículo “Killing the tourism goose” demuestra una incredulidad sobre las protestas, teniendo en cuenta las reuniones de la APEC y su importancia para Perú. De acuerdo con este artículo, parece que el resultado es Marco del Gobierno 1: Marco de los manifestantes de Cuzco: 0.

Luego, la BBC, después de mencionar la importancia del turismo para Cuzco, enfatiza la preocupación que tienen los manifestantes sobre su patrimonio histórico. Explica en detalle las posibilidades que ofrece la ley a empresas extranjeras para construir en áreas cerca de sitios históricos y para enriquecerse como consecuencia. Luego, sólo al final del artículo hace referencia a la posición del gobierno, que ve la situación como un “malentendido”. De acuerdo con la BBC, el resultado es Marco del Gobierno 0: Marco de los manifestantes de Cuzco:1.

Pasando a considerar el artículo de abcnews, se incorporan elementos de los dos marcos. Por un lado, se ve el conflicto en el contexto de la época de la violencia de los años 90 y como un peligro para el turismo y el crecimiento en Perú. Aún así, el artículo también reconoce que el turismo no es el único sector importante para la ciudad, ya que Cuzco también depende de la agricultura. Además, defiende las preocupaciones de los manifestantes sobre la ley – incluso modificada – debido a las lagunas legales que podrían dar lugar a permisos para las empresas extranjeras. De acuerdo con abcnews el resultado es Marco del Gobierno 1: Marco de los manifestantes de Cuzco: 1. Es decir, un clásico empate.

La reacción por la prensa internacional – que por cierto en muchos casos ni siquiera ha hecho caso a las movilizaciones en Cuzco – refleja la ausencia de un claro ganador. Ni el gobierno ni los manifestantes han logrado crear significados suficientemente sólidos como para ganar el enfrentamiento. Refiriéndose a tópicos de la historia y de regionalismos en vez de apoyándose en argumentos legales, las dos partes han perdido oportunidades para ganar una plataforma de apoyo más amplia. Queda por ver si de verdad se ha cerrado el conflicto y - si se abre del todo de nuevo - qué elementos se usarán para construir significados y qué éxito tendrán tanto al nivel nacional como al nivel internacional.





[1] Ver Della Porta y Diani Social Movements: an Introduction Blackwell 2006 p.74
[2] Tarrow, S Poder en movimiento. Movimientos sociales, acción colectiva y política de masas en el estado moderno Madrid, Alianza p.23
[3] The Economist “Killing the tourism goose”, 16 de febrero, 2008
[4] Dan Collyns “Draft Law Sparks Protest in Peru”, 8 de febrero, 2008 www.bbc.co.uk
[5] Leslie Josephs “Tourism booms amid concerns in Peru”, 14 de abril, 2008 www.abcnews.go.com
[6] Not in My Back Yard (No en mi Patio Trasero). Es un término para referirse a movimientos sociales que rechazan propuestas de desarrollo por razones medioambientales o propuestas de centros de atención a miembros marginados de la sociedad, por el efecto que posiblemente tendrá sobre el barrio.

1 comentario:

Claire dijo...

Hola y muchas gracias por tu comentario. Tambi�n tengo la impresi�n de que la prensa en Lima ha tendido a criticar las protestas en Cuzco, aunque en varios peri�dicos nacionales se siente m�s apoyo hacia los manifestantes. Como dices, ser�a muy interesante hacer un balance de las ganancias/perdidas econ�micas por la ley aunque por lo que sepa no se ha hecho. Hasta el momento se ha hecho hincapi� en las p�rdidas por d�a de protesta (�!) y uno de los argumentos de los manifestantes ha sido que s�lo las grandes empresas ver�an los beneficios, aunque en realidad habr�a que hacer un estudio m�s detallado. Es un tema bastante delicado....