15.2.07

Sexualidad y registro histórico

Por: Héctor Huerto Vizcarra


Hace una semana atrás, mientras hurgaba entre las páginas de La Prensa, tropecé con una noticia que llamó inmediatamente mi atención. El periódico estaba fechado el 4 de setiembre de 1975 en Lima, Perú. En una pequeña nota, en la primera página, se consignaba un hecho que notoriamente había llamado la atención del reportero, como algo inesperado. Estamos hablando del tipo de notas periodísticas que pueden formar un anecdotario de la ciudad capital.

Se informaba en dicha nota periodística que Roberto Beleván había solicitado, ante el I Juzgado de Primera Instancia de Lima, que se modifique su registro de identidad. Quería cambiarse el nombre, lo que no es inusual, pero también el género. Ahora quería llamarse Claudia. Pedía además que, se tome en cuenta que en ese momento fisicamente era una mujer; se había realizado una operación de cambio de sexo en Estados Unidos.

El asombrado periodista, Oscar Llerena Ponce, consignó también que, este acontecimiento era el primer caso en la historia judicial del Perú. Días después, en otra pequeña nota periodística, un prestigiado doctor anunciaba pomposamente que dos adolescentes de 15 y 16 años le habían solicitado una operación de cambio de sexo. Al parecer, el tema había llamado la atención a la opinión pública, sobre todo, en los sectores más pudientes.

Al poco tiempo, el 7 de setiembre, la columna "El Comentario de la noticia" de Tomás Escajadillo, del diario La Prensa, trató dicho tema. Abordó la noticia desde un enfoque biológico. La cuestión del cambio de sexo, que el periodista coloca entre comillas, se debía básicamente a un problema de concordancia entre lo que él denomina como sexo verdadero o genético y el sexo corporal o somático (que es visible por la conformación de los órganos sexuales) Esto no tendría ninguna vinculación con la homosexualidad.(1)

Lo importante de este artículo no es la fundamentación biológica, que de alguna manera valida las operaciones de sexo, siempre y cuando se compruebe científicamente que la persona genéticamente tiene el género "equivocado".(2) Mas bien, lo recalcable es el énfasis que se le da al tema de la intersexualidad. La intersexualidad es definida como la condición de una persona que presenta de forma simultánea características sexuales masculinas y femeninas, en grados variables.(3) Condición que está saliendo a luz desde hace algunos años atrás.

Lo usual en la medicina fue catalogar tales estados de intersexualidad como anomalías, que en muchos casos generaba indecisión en el momento de saber el sexo del bebé. Incluso se producían "errores". Por ello, se realizaban cirugías correctivas. Ahora, una nueva corriente médica e intelectual critica todo esto, que de alguna manera afecta a todos aquellos bebés que sufren este proceso de decisión arbitrario, en donde los grandes culpables son los padres y los médicos.

En su artículo "Cambio de sexo en el Perú", Tomás Escajadillo revela un dato que no suele tratarse mucho al hablar de sexualidad en el Perú: los varios casos de intersexualidad en bebés recién nacidos en el país. "Entiéndase que estos nacimientos con sexo ambiguo o errado corresponden a los partos atendidos en asistencia no técnica [es decir, que los bebés no pueden ser sometidos a una operación que "corrija" sus órganos genitales], lo que ha sido y aún es frecuente en nuestro país."(4) Justamente es esa frecuencia la que se desconoce en el Perú y que sea mencionada en un artículo de 1975 le da mayor relevancia.

En wikipedia se dice que uno de cada dos mil niños es intersexual, es decir, tiene genitales que no son fáciles de reconocer por un adulto. ¿Cuántos niños nacen así en el Perú? A menos que se consulte con registros médicos, los que dudo señalen estas características en su totalidad, nunca tendríamos forma de saberlo. La importancia del registro de alguna información, se da en la medida en que estos datos pueden ser procesados posteriormente por un investigador, para determinado análisis histórico, social o cultural.

Sin éstas fuentes escritas, que son los documentos -y en este caso lo es un periódico-, no podríamos registrar los acontecimientos del pasado, y menos aún, los podríamos analizar. Por ello, el que no se sepa mucho de la intersexualidad en el Perú no significa que sea un acontecimiento social nuevo en el país, sino más bien, que fue un hecho obviado, es decir, que no era registrado por ser considerado como una deformación biológica.

Algo parecido sucede con la homosexualidad, o con cualquier otro tema similar, no es que ahora exista más homosexuales que antes, en términos porcentuales nunca podremos saberlo, sino que ahora se registra más su presencia, aparte de que hay mayor libertad y tolerancia como para que las personas se reafirmen como tales. Por ende, hay que tener mucho cuidado al momento de creer que la historia puede revelarnos la "realidad" pasada; solo puede vislumbrar un poco de ella, siempre y cuando, ésta se encuentre registrada. Y la forma como un dato se registra, da para otro escrito más.

(1) El periodista al final de la columna expresa lo siguiente: "Que conste que en ningún momento nos hemos acercado siquiera al tema de las desviaciones de la conducta sexual, por no ser aquí pertinente." El resaltado es mío

(2) De esta manera deja en claro el asunto: "Ahora bien; "cambio de sexo" en el sentido propio de la expresión, no puede haber. (...) Y si se piensa, por error, en el sexo gonadal [se refiere a la conformación de los genitales], ya sabemos que no es el verdadero; y aún si lo fuera, el cambio de órganos presenta problemas de inmunología que hasta hoy son insalvables."El paréntesis es mío.

(3)
http://es.wikipedia.org/wiki/Intersexualidad

(4) La Prensa, 7 de setiembre de 1975, p. 14


* La imagen pertenece a Goya, "Ruega por ella". Tinta china en papel.