15.12.09

AVISO A LA COMUNIDAD ACADÉMICA DESAGRAVIO A LA DRA. IMELDA VEGA-CENTENO B.

Por encargo de la comisión organizadora del XIX Coloquio Internacional de Estudiantes de Historia de la Pontificia Universidad Católica del Perú, hacemos llegar la siguiente nota aclaratoria con respecto a un hecho bochornoso acontecido en el marco de dicho evento. 

La comisión organizadora del XIX Coloquio Internacional de Estudiantes de Historia de la PUCP tiene el deber de informar a la comunidad académica sobre un caso de plagio acontecido en el marco de dicho evento. Esto se hace de conocimiento público para deslindar con este hecho reprochable que agravia a quienes se dedican al trabajo intelectual en el Perú.

 

El día viernes 30 de octubre, en una mesa dedicada a la historia del
APRA, Christian Carrasco Celis, licenciado en Historia por la UNMSM, presentó la ponencia titulada "Rompiendo mitos: Religión, Aprismo e Historia
". Aconteció que, momentos previos al inicio del evento, el Dr. Nelson Manrique, comentarista de la mesa, informó a los organizadores que, desde su punto de vista, la ponencia del Sr. Carrasco era un plagio de dos textos de la Dra. Imelda Vega-Centeno Bocángel. Alertados de la situación, la comisión organizadora informó al ponente de la irregularidad y le advirtió que el profesor Manrique estaba dispuesto a acusarlo públicamente. Inmediatamente, se le dio la libertad para retirarse y no exponer la cuestionada ponencia. Sin embargo, el Sr. Carrasco, por su propia cuenta, decidió continuar bajo el argumento de que se trataba de un malentendido provocado por el hecho de que su trabajo era un resumen de un texto mucho más extenso. En consecuencia, durante el desarrollo de la mesa, el profesor Manrique hizo pública la denuncia y la fundamentó.

 

Al ser los hechos anteriormente descritos de carácter público, la comisión organizadora procedió a contactar a la principal afectada y remitirle la ponencia completa del Sr. Carrasco, junto con la versión resumida de veinte páginas que el supuesto autor expuso durante el coloquio. La Dra. Vega-Centeno replicó indignada asegurando que el plagio era evidente, pues el 75% de ambos documentos era copia textual de dos publicaciones (aparecidas en 1986 y 1991 respectivamente) sobre el tema del “Aprismo popular”. Ella devolvió los documentos con los pasajes plagiados claramente identificados y resaltados. El Sr. Carrasco había, además, copiado las referencias bibliográficas de los trabajos de Vega-Centeno, haciendo gala de haber consultado libros de difícil acceso en las bibliotecas de Lima. Finalmente, la profesora Vega-Centeno comentó que el Sr. Carrasco citaba material del archivo personal de tradición oral que conserva la autora, sin especificar que se trataba del trabajo de campo de la mencionada académica. Expuestos los hechos y demostrada la gravedad de la situación, sirva esta nota como un desagravio público a la Dra. Imelda Vega-Centeno.

 

La comisión organizadora pide disculpas públicas a los estudiantes de Historia y a la comunidad académica en general, por no haber detectado el plagio a tiempo. Como bien conocen quienes han organizado un evento académico, las ponencias son aceptadas por considerarlas estudios originales. En ese sentido, en el Coloquio Internacional de Estudiantes de Historia – PUCP se valora y respeta el trabajo de quienes aceptan participar como ponentes. De ninguna forma, la comisión organizadora avala o aprueba casos de plagio como el presente; prueba de ello es que son sus miembros los que, por medio de este comunicado, hacen de conocimiento público este reprobable incidente para hacer el deslinde y el desagravio respectivos.

 

Por último, por las razones expuestas, la comisión organizadora considera que este desafortunado incidente, no desprestigia al Coloquio Internacional de Estudiantes de Historia–PUCP, evento que se ha consolidado académicamente, durante dos décadas, gracias al trabajo de generaciones de jóvenes historiadores de nuestra casa de estudios. De todas maneras, no podemos dejar de lamentar profundamente el incidente.  

 

 

La comisión organizadora

XIX Coloquio Internacional de Estudiantes de Historia – PUCP

11.10.09

LA REVOLUCIÓN DE JUAN VELASCO ALVARADO (II)

Por: Nayib

Fuerzas Armadas Revolucionarias

Fue un proceso que necesitó de una lenta maduración y se distinguió porque no fue un gobierno militar más de los vividos en América Latina desde 1930, su carácter nacional y revolucionario le dieron una identidad propia[1]; empero el politólogo Samuel Huntington afirma que constituyó otro elemento del sistema político pretoriano, de inesperados oscilaciones del péndulo y giros de 180 grados, entre el autoritarismo despótico y el gobierno popular, dentro del proceso de modernización de América Latina[2].

Algunos de los antecedentes en la formación de esta mentalidad lo encontraríamos en el general José del Carmen Marín -fundador del Centro de Altos Estudios Militares (CAEM) en 1950- de amplia trayectoria militar, académica y política; quien señalaba la subsistencia de un colonialismo mental en el Perú y la necesidad de elaborar estudios estratégicos independizados doctrinariamente de normas extranjeras.
¿Cómo planteaba el general JC Marín romper con los calcos y copias de doctrinas provenientes de países desarrollados? En un discurso pronunciado en el CAEM dijo:
No constituimos pues, un organismo con profesores y alumnos, sino un equipo que abordará el estudio de los problemas de preparación y empleo de las FFAA(…) tendremos pues que estudiar el proceso de preparación integral del país para su defensa(…) este dominio de conocimientos escapa a nuestra preparación técnica y por eso hemos recurrido a más de 20 profesionales civiles[3].

El investigador norteamericano Daniel Masterson en su libro Fuerza Armada y Sociedad en el Perú Moderno (2001), señala, que durante el proceso revolucionario de las Fuerzas Armadas peruanas iniciada en 1968, existió el grupo de oficiales innovadores, conservadores (de derecha) o progresistas (de izquierda).
El oficial más representativo de los innovadores era el general Edgardo Mercado Jarrín por su calidad intelectual, versada en diversas disciplinas entre militares, políticas, sociales, derecho internacional y hasta filosófico al acercarse al pensamiento de Augusto Salazar Bondy respecto a la teoría de la dependencia y alienación. Además, dará énfasis en disminuir el grado de dependencia ante los países del primer mundo, exigir pluralismo diplomático y a la tarea de construcción de la identidad nacional.
…el general Mercado en mayo de 1985. Afirmaba que con la Revolución del 3 de octubre el militarismo peruano intentaba organizar una “Tercera Posibilidad” para alcanzar el bienestar general. Se buscaba rechazar los extremos del capitalismo y el comunismo (…) insistía en que la supresión de los “derechos humanos” como un derivado de la política de contrainsurgencia en Latinoamérica desde la segunda Guerra Mundial no había hecho mas que exacerbar la amenaza[4]
Del mismo modo, el ideal cristiano podría representar uno de los pilares ideológicos, absorbidos de la democracia cristiana, del pronunciamiento de la Conferencia Episcopal Latinoamericana y la emergencia de la Teología de la liberación en el continente, particularmente el Perú, sobre la pobreza y la necesidad de justicia social.

Los Objetivos de la Revolución

El historiador Pablo Macera señala que J. Velasco tuvo fundamentalmente 3 o 4 objetivos básicos: la reforma agraria, que separa al Ejército de la derecha y establece entre ellos una línea de desconfianza que no había existido en el siglo XX, el petróleo, el APRA y sobre todo de una intuición geopolítica sobre la incompatibilidad de intereses entre el Perú y Chile[5]. El sociólogo Carlos Franco remarca el contenido socialmente democratizador, como carácter necesario y urgente y su forma política autoritaria, como patrón histórico que marcó la evolución de la sociedad peruana, es decir:
…sin la concentración del poder y el empleo de la fuerza no era posible, insistimos, en las condiciones del Perú de la época, realizar profundas transformaciones sociales.[6]
Además, señala la contradicción de aquella subversión dentro del orden.
Otros estudiosos señalaran como objetivo la reducción del dualismo de la sociedad peruana, para hacerla más fluida mediante la destrucción de los cimientos agrarios de las grandes familias oligárquicas a la vez de racionalizar la economía para transferir ingresos a otros sectores de la economía[7].

Aciertos y Fracaso

El impacto del discurso ideológico y de las acciones que cambiaron algunas estructuras del país no permitió el crecimiento sostenido de la capacidad industrial, puestos de trabajo y una mejor distribución de la riqueza; y más bien evidenció la falta de una clara y precisa estrategia de desarrollo económico y ausencia de respuesta a los efectos de la crisis económica internacional de 1974. Las orientaciones generales de tipo económico -auto centrar el aparato productivo, crecimiento interno, e independencia, en cuanto a la toma de decisiones, con respecto al mercado internacional-, carecieron de un buen diagnóstico dado el alto grado de heterogeneidad estructural. Este manejo poco afortunado de la política económica no apoyó el desarrollo de las reformas estructurales ni los nacientes intereses de los grupos sociales movilizados por ellas.
Se realizaba un cambio radical sin pensar en el tipo o forma de desarrollo, porque éste no consistía en una simple redistribución de la propiedad, exigía, reconocer complejas y plurales estructuras sociales, económicas y culturales forjadas a través de la historia peruana.
La dependencia del proceso a la suerte de su dirigente, Velasco, revelaba su dramática fragilidad, más aun cuando parecería ser una constante histórica del autoritarismo peruano por sus rasgos multiétnicos, poderoso pasado colonial y heterogéneas condiciones de existencia. Además, los oficiales reformistas que se hicieron con el poder no eran más que una minoría, el grueso de las FFAA se limitaban a cumplir las órdenes superiores o pertenecían a los grupos conservadores como en otras partes del continente.
Ahora, los obstáculos no sólo se presentaron al interior del proceso, también sufrirían la sistemática oposición de la agonizante oligarquía terrateniente contrarrevolucionaria. Los tradicionales partidos APRA y marxistas ortodoxos mostraron una orientaron antagónica que sólo favorecía los cambios cuando eran promovidos y dirigidos por ellos, descartando cualquier tipo de relación con el gobierno que no fuera el conflicto directo o la disputa violenta por el poder.
[1] Alain Rouquie y Stephen Sufren, “Los militares en la política latinoamericana desde 1930”. Historia de América Latina. Ed. Leslie Bethell. Barcelona: Critica, 1991. Pág. 306.
[2] Samuel Huntington. El orden político en las sociedades de cambio. Ed Paidos, Buenos Aires1991. Pág 79-83.
[3] Víctor Villanueva. El CAEM y la revolución de la FA. IEP. Ed Campodonico.
[4] Entrevista al general® Edgardo Mercado Jarrín, Lima 10/5/1985. En Daniel Masterson. Pag 340
[5] Pablo Macera. “Antes y después de Velasco”. En Las Furias y las Penas. Mosca Azul . Lima, 1983.
[6] Carlos Franco. El Perú de Velasco. Pag. 416
[7] Alain Rouquie y Stephen Suffern. Pag. 307.

8.10.09

XIX Coloquio Internacional de Estudiantes de Historia

Los organizadores del XIX Coloquio Internacional de Estudiantes de Historia

de la PUCP nos han hecho llegar el siguiente anuncio:

 

Historia_Afiche04[1]

 

La comisión organizadora del XIX Coloquio Internacional de Estudiantes de Historia de la PUCP desea agradecer a todas aquellas personas interesadas en participar en el coloquio. Después de evaluar todas las ponencias presentadas durante la convocatoria, queríamos anunciar que los trabajos ya fueron seleccionados y en breve se conocerá a programación final.

Una de las novedades del coloquio es que contaremos con la participación de estudiantes de nuestro país de las siguientes universidades: Pontificia Universidad Católica del Perú, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, San Antonio Abad y la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga. Asimismo, contaremos con la participación de una comisión de veinte estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Chile, de la cuales seis son expositores. Del mismo modo, vendrán para el evento un estudiante de la Universidad de los Andes de Colombia; dos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (México) y dos de la Universidad Nacional de la Plata y Universidad Nacional de San Martín (Argentina).

Esperamos contar con su gentil asistencia

 

La comisión organizadora

XIX Coloquio Internacional de Estudiantes de Historia

3.10.09

LA REVOLUCIÓN DE JUAN VELASCO ALVARADO (I)

Significado, repercusión y fracaso

Por: Nayib


El significado esencial de este proceso (..) se fundamenta en su reclamo a ser una respuesta autónoma y peruana a los problemas del Perú.[1]
Gral. Juan Velasco Alvarado


Era la madrugada del 29 de julio de 1973 cuando a mis cortos nueve años admiraba el ritual de preparación y vestido de mi padre, un comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Perú que alistaba el uniforme de gala para participar en la parada y desfile militar en celebración del aniversario patrio y que esta vez seria apoteósica por la presentación de la nueva división blindada de pesados tanques soviéticos y la conmemoración del quinto año de tan sui generis revolución iniciada, el 3 de octubre de 1968, por la institución que normalmente es percibida como la contrarrevolución. Acompañado del himno “La Revolución Peruana” de un disco de vinilo de larga duración tocado por una radiola, se enfundaba sobre la inmaculada camisa blanca de seda adornada por sobria corbata negra; la polaca crema adornada por cordones, insignias y botones dorados; y sobre los hombros charreteras celestes, color emblemático de la infantería, ataviadas de hilos de oro que pintaban los cinco galones correspondientes al grado. En esta oportunidad me quedé en casa para ver el desfile en el televisor a tubos de 21’a blanco y negro. La avenida Brasil estaba abarrotada de gente con carteles y pancartas con loas del tipo “Kausachum Velasco”, “Velasco Revolución”, y “Pueblo y Fuerza Armada unidos venceremos”. El vitoreo se hizo ensordecedor cuando aparecieron montados en briosos caballos el Escuadrón Escolta del Presidente anunciando el paso del auto descapotable negro que trasladaba al Presidente de la República, quien parado en el asiento posterior, en su uniforme de gala, respondía los gritos y saludos blandiendo de modo enérgico un pañuelo blanco.

Cuatro años después (1977) y luego de ser derrocado por el general Francisco Morales Bermudez, Comandante General del Ejército, el 30 de agosto de 1975; el general Juan Velasco Alvarado fue entrevistado, poco antes de su muerte, por el periodista Cesar Hildebrant. Sostuvo que el objetivo de su gobierno fue hacer del Perú una nación independiente y crear los cambios estructurales para promover el desarrollo económico
[2], además se jactó de que la oligarquía ya había muerto en el Perú.

Catalogado por la derecha como una simple dictadura y por la izquierda marxista como un simple reformismo burgués dirigida por una dictadura, varios estudiosos concuerdan en señalar que fue el mas grande proceso de transformación republicano que en buena cuenta resumía las exigencias sociales, ya maduras, que habían nacido en la década del 30 y donde lo mas radical fue su discurso ideológico
[3] y revolucionario, referido a la apertura hacia una mayor participación de la población en la vida económica y social, unida a definir una identidad nacional con base andina y popular, así como forjar una nación integradora y no excluyente que revalore la capacidad del hombre peruano para innovar y crear un proyecto autentico, sin calcos ni copias[4].

[1] Juan Velasco Alvarado, Quinto aniversario de la revolución nacional peruana. Mensaje a la nación, Oficina nacional de Información, Lima, 1973, pág. 3.
[2] Es una constante, en los autores consultados, la referencia a los cambios sociales estructurales como uno de los principales objetivos del Gobierno Revolucionario de las FFAA. Juan Martín Sánchez, La Revolución Peruana, 1968-1975. Sevilla, 2002. Pág. 28, 31.
[3] Juan Martín Sánchez. Pág. 152.
[4] Idem, pág. 27 - 35.

14.9.09

La campaña electoral del 2011: entre el clientelismo y la tecnocracia



Por: Héctor Huerto Vizcarra

La última encuesta de la PUCP no es siquiera una foto de la futura campaña electoral del 2011, en realidad es sólo parte de un extenso juego de probabilidades en donde los vaticinios de Cotler pueden ser tan certeros como los de Rosita Chung. Habría que ser un marxista ortodoxo, un “científico” social cuantitativista o un peripatético fanático de los astros como para pensar que es posible prever el futuro. Las verdaderas “fotos” de la campaña electoral venidera recién podrán gozarse a mediados del otro año, cuando las distintas candidaturas estén formalmente consolidadas de cara a la opinión pública.

sondeo_43

Sin embargo, lo que se puede apreciar gracias a dicha encuesta es que existen ciertas constantes que, al parecer, van a continuar prevaleciendo en nuestro actual régimen político. De las cinco principales candidaturas (Humala, Flores, Fujimori, Toledo y Castañeda) casi todas comparten entre sí las mismas tres cualidades: la pervivencia de una imagen tecnocrática dentro de la política, asociada comúnmente a la eficiencia y la modernidad; planteamientos políticos de corte clientelista y popular; y una actitud política personalista e implícitamente autoritaria. Evidentemente, en cada una de éstas candidaturas se pueden encontrar los rasgos anteriormente enunciados en diferentes gradaciones.

Curiosamente, los dos mejores exponentes de estas tres cualidades se encuentran a la cabeza de las encuestas, es decir, Castañeda y Keiko Fujimori. Por un lado, Castañeda se presenta como un tecnócrata eficiente, que dirige exitosamente una empresa estatal: el Municipio de Lima. No hace política sino sólo obras. Por tanto, no necesita debatir con otros políticos, no hace declaraciones públicas y menos busca consenso con los vecinos de Lima. Por otro lado, Keiko apela a las redes clientelares que heredó del gobierno de su padre, conformadas en parte por algunos comedores populares y comités de vaso de leche. Asimismo, ambos son personalistas y disimuladamente autoritarios. La única cualidad que hizo de Keiko la candidata indiscutible dentro de su agrupación política fue ser hija de Alberto Fujimori. Así como igualmente no es de extrañar que el congresista de su bancada, Carlos Raffo plantee abiertamente: “una democracia blandengue no sirve para nada. Lo que el Perú necesita es una DEMODURA”. Solidaridad Nacional, por su parte, no tiene mayor sentido sin la existencia de Castañeda, ya que carece de doctrina e ideario y su organización gira en torno a su mayor y único líder. En ese sentido, es poco probable que alguien dentro de sus respectivas organizaciones pueda contradecir a Castañeda o a los Fujimori, la democracia interna para ambos es una procadidad que debe evitarse. (1)

Estas posturas se reflejan en los resultados de la encuesta. Aparte de la intención del voto, los encuestados creen, en un 25% para Keiko y un 14% para Castañeda, que ambos son los posibles futuros presidentes del país. Además, el clientelismo popular de Keiko se refleja en que el mayor porcentaje de sus simpatizantes (19%) se encuentra ubicado en los sectores D/E. Mientras que la imagen tecnocrática de Castañeda se refleja en el apoyo que recibe de los sectores altos de la población (21% en A/B). Habría que preguntarse si el mayoritario apoyo masculino que recibe Castañeda (21% de hombres frente a 14% de mujeres) se debe a su marcado autoritarismo o a alguna otra razón.

La persistencia de estos rasgos preponderantes dentro de nuestro régimen político, que están presentes desde 1980, demuestran el cinismo y la fatalidad que carcomen al votante promedio al momento de emitir su voto en las urnas, muy a pesar del crecimiento económico de los últimos años. Por lo que aún se evidencia a un 68% de los limeños insatisfechos con la democracia, mientras que un 63% se encuentra poco o nada interesado en la política. Uno de los culpables de este grave problema también lo es la izquierda, a diferencia de lo que pareciera creer Javier Diez Canseco.

Llama la atención, en ese sentido, el extraño flujo de votantes que podría darse entre las candidaturas de Keiko Fujimori y de Ollanta Humala. En la encuesta se hace una pregunta interesante: “Y si el candidato de su elección no postulara, ¿cuál sería su segunda opción?” Lo cual es una manera de evaluar la competencia electoral que tienen algunos candidatos por los mismos sectores electorales. Sorprendentemente, tanto para Keiko como para Ollanta, el principal porcentaje de estos votos de segunda mano vendrían, respectivamente, de Humala y de Fujimori. Es decir, ambos candidatos están peleándose mayormente por los mismos bolsones electorales. Dentro de este contexto, que sea percibida la candidatura de Ollanta como la candidatura de “la izquierda peruana”, dice mucho del propio rol que jugó la izquierda con los movimientos sociales en los años ochenta.

Notas:

(1) En el caso de Ollanta no existe una postura tecnocrática, lo que no quiere decir que su postura sea ideológica, y en el caso de Lourdes Flores, sus planteamientos de corte clientelista y popular tienen escasa relevancia, por lo que pasan desapercibidos mayormente.

2.9.09

Haya y el espacio tiempo histórico


Por: Gabriela Adrianzén G-B

En primera instancia la preocupación de Haya es por el método, en ese sentido el marxismo contrastado con los problemas políticos latinoamericanos, y más específicamente peruanos terminará por no ser el método más adecuado. Para Castro, Haya regresa a Hegel por encima de Marx porque finalmente “pone como punto de partida la propuesta hegeliana de la conciencia plasmada en la cuestión del estado-nación por encima del problema de clase” . Haya conjuga la dialéctica hegeliana con el relativismo de Einstein, “se trata de una mirada dialéctica del espacio y del tiempo aplicada a la historia” . Su relatividad entra e juego cuando resalta la multiplicidad de las formas de la organización humana en relación con el espacio y el tiempo . Pero Haya no niega por completo el marxismo, Castro nos recuerda las palabras de Haya: “el aprismo arranca filosóficamente del determinismo histórico de Marx y de la dialéctica hegeliana adoptada por él para su concepción del mundo”.

Vallenas plantea que hay una confusión en Haya acerca del devenir de Heráclito y la dialéctica de Hegel . En cambio para Castro, Haya reconoce el principio universal del eterno movimiento, cambio y devenir (Heráclito) como un proceso constante de contradicciones, negaciones y continuidad (dialéctica), logrando una síntesis; y el marxismo se regiría por el mismo principio pero para una ley hallada por este (el materialismo histórico).

La crítica de Haya hacia aquellos marxistas criollos era que no debía asumirse el marxismo como dogma inflexible sino dialécticamente, en ese sentido el determinismo histórico no se impondrá en todas las latitudes. El error, plantea Haya, en El antimperialismo y el APRA está en: “la inconveniencia de aplicar las mismas reglas y estimativas históricas del espacio y de tiempo a todas las modalidades socio-económicas” .
Se trata de aplicar el relativismo del espacio y el tiempo a la historia. En ese sentido Haya dirá que la historia del mundo vista desde el espacio-tiempo-histórico indoamericano no será la misma que la vista desde el espacio-tiempo-histórico europeo. En ese sentido, puede haber procesos que pueden ser últimos en Europa pero primeros en Indoamérica, como el imperialismo. Cada proceso tiene sus particularidades, dadas justamente por el tiempo y el espacio y se debe estar atento a ello para entender el momento-espacial que se vive y poder actuar en consonancia con él. De eso dependerá, en cierto sentido, nuestra persistencia en la historia. Cada estadio de la dialéctica tiene una coherencia en si mismo que debemos entender.

Si bien Nieto duda de la comprensión del relatividad de Haya, sí considera que estamos ante una teoría política aplicada: “Para él, las especulación de teoría pura o la acción política son momentos de una síntesis cultural de la política. No es un doctrinario que actúa ni un político que subordina la doctrina; tales juicios suponen una relación externa entre creación intelectual y actuación práctica.”

En concordancia con lo dicho, Maria Teresa Quiroz nos recuerda las palabras de Haya: “el despertar de los pueblos latinoamericanos, la formación de una conciencia antiimperialista, la preparación de una lucha continental, exigen sin duda, una organización previa y una disciplina básica” . Por ello luego de una detenida observación, de la composición de los grupos sociales en el Perú y observar que se trataba de una minoría obrera vs una mayoría campesina; donde además eran todos los grupos los que sufrían el embate del imperialismo, propone la formación de un frente único. A la vez, plantea que no era viable un partido de clase sino un frente de los trabajadores manuales e intelectuales que aglutine a todos los oprimidos.

La influencia de Lennin es innegable y perdurable en Haya, la necesidad de organización y disciplina que se traduce en un partido es el medio necesario para la conquista del poder, y con ella la transformación de la comunidad; del mismo modo hereda de este la importancia central asignada al estado. Podemos entender entonces su accionar como la búsqueda incesante de la supervivencia de su partido que solo se logrará con una acertada comprensión del momento histórico.

No podemos encontrar en su doctrina la validación para todas sus acciones políticas pero tampoco debemos, como ya mencionáramos, encontrar en la traición de éstas la explicación a sus polémicas acciones.

30.8.09

El joven Haya


Por: Gabriela Adrianzén G-B


Hay algo sumamente valioso en el análisis de Hugo Vallenas y es contextualizar los escritos de Víctor Raúl Haya de la Torre. [1] Si aceptamos, con algunos reparos, la postura del espacio-tiempo-histórico (que explicaremos más adelante) cada lectura de la realidad peruana está en correlato con su tiempo y con su espacio diferenciado y sólo se entiende en el marco de éstos, con lo cual las palabras y las acciones de Haya adquieren más valor. Esta ubicación de los diferentes momentos de Haya es algo en lo que fallan otros estudios sobre este intelectual, muchos de los cuales optan por presentar una visión un tanto simple de un Haya que se contradice y de carácter oportunista. No podemos negar tampoco que estas últimas afirmaciones tienen algo de verdad, pero sólo algo. Si intentamos comprender a profundidad la propuesta, podría decirse filosófica, de Haya acerca de la comprensión de la historia entenderemos mejor el sentido de sus cambios.


Sin embargo, como señala Vallenas, Haya ha sido quizá el primero en jugar en contra suya, al querer negar luego su pasado marxista o socialista, insinuando una lectura monolítica de sus postulados. Aunque esta no fue siempre una característica de Haya, Vallenas recuerda en ese sentido lo dicho por Haya en El Antiimperialismo y el APRA: “el aprismo ha sido siempre una doctrina en incesante evolución”.


Vallenas inicia su largo recuento del pensamiento Hayista con su experiencia en la FEP y su vinculación con el anarcosindicalismo. En esta primera etapa Haya, en consonancia con el anarquismo, es un abierto opositor a los partidos políticos. Pero ¿cómo debemos entender a este joven Haya? Como bien lo señala Vallenas ya en esos años Haya intenta añadirle al anarcosindicalismo una propuesta política, una apuesta por el poder.


En ese sentido Nieto propone que: “antes de lograr la explicación que luego constituyó uno de los pilares de su doctrina, Haya de la Torre encuentra en el marxismo una explicación plausible a sus preocupaciones e interrogantes sobre el fenómeno imperialista”[2]. Entonces no se trataría de que los primeros esbozos de su filosofía histórica, sean la manera de negar esta primera etapa, como plantean algunos autores, entre ellos Pedro Planas[3]. En primer lugar porque como todo pensamiento joven está en proceso de definición y una vez que llega a esbozarlo más claramente ya no lo abandonará más. Incluso su pasaje por el marxismo puede explicarse bajo el filtro de su filosofía histórica. Lo planteado por Haya más que una ideología es una forma de entender el proceso histórico, pero también una manera de accionar en él.[4]


La maduración de los postulados de Haya se configura en el exilio. Es indiscutible la influencia que ejerce en él la Revolución Rusa, que como muestra Vallenas será mas importante que la ejercida por la revolución mexicana[5]. Con relación a esto es importante mencionar lo que observa Nieto con relación a su paso por la Unión Soviética: “esta radicalización de las ideas de Haya de la Torre será transitoria en casi todos menos en un aspecto en el que la experiencia leninista dejará huella indeleble: el de la organización”[6]. Así esta influencia leninista esta referida a una fuerte exaltación de la jefatura, que queda bastante clara en la persona de Haya, y en la disciplina dentro de los grupos, visto por ejemplo en el estoicismo que demandó Haya a sus partidarios en los momentos más difíciles sufridos por el partido o en la siempre coordinada y unitaria votación de la célula aprista.


Debemos rescatar que desde un inicio Haya quiere intentar una lectura propia y así será su interpretación del marxismo y su posterior esquema de razonamiento desde el cual se aleja de él.


[1] VALLENAS, Hugo. Haya de la Torre: político de realidades, en Vida y obra de Víctor Raúl Haya de la Torre. (Lima: Cambio y desarrollo, 1994)

[2] NIETO, Jorge. Haya de la Torre o la política civilizatoria. (México, D.F: FCE, 2000)

[3] PLANAS, Pedro. Los orígenes del APRA, el joven Haya. (Lima: Okura, 1986). Pág. xiv.

[4] NIETO, Op cit. Pág. 22.

[5] VALLENAS, Op cit. Pág. 149.

[6] Ibíd. Pág. 25

24.8.09

Conferencia 110 años de presencia japonesa en el Perú



La Asociación de Egresados y Graduados de la PUCP se encuentra organizando una conferencia en conmemoración al 110 aniversario de la inmigración japonesa al Perú. Alejandro Sakuda junto  a otros destacados egresados de la PUCP realizarán un recuento de los principales aportes de la colectividad peruano japonesa al país.

Esta conferencia se realizará el jueves 27 de agosto a las 7:30 pm en el Centro Cultural de la PUCP (Av. Camino Real 1075, San Isidro). El ingreso es libre previa preinscripción vía internet.

23.8.09

Exposición documental 110 años de la inmigración japonesa al Perú

Por Sandy Miyagussuko


El 4 de abril de 1899, un grupo de japoneses pisaba por primera vez suelo peruano. Aquellos que desembarcaron del Sakura Maru en el puerto de Cerro Azul, nunca imaginaron que podrían permanecer mucho tiempo en estas nuevas tierras; mucho menos aún que sus hijos y nietos dejaran de ser considerados súbditos del Imperio japonés y pasaran a convertirse en los “chinitos” del barrio y del colegio.


Han pasado 110 años desde aquellos días; de aquel primer viaje no queda ya ningún testigo y poco sabemos de las experiencias de los pioneros en la travesía que duró poco más de un mes sobre las aguas  del Pacífico. Sin embargo, toda historia de inmigración tiene un origen que es lejano a la experiencia social y humana de lo que significa salir de casa y embarcarse a un mundo totalmente distinto.


El caso de las relaciones diplomáticas que se entablaron entre Perú y Japón durante el Gobierno del Presidente Manuel Pardo y Lavalle  y el Emperador Meiji, dio como resultado El Tratado de Paz, Navegación,  Comercio y Amistad en el año 1873. De esta manera Perú se convierte en el primer país sudamericano en entablar relaciones diplomáticas con el Imperio del Japón.


Una parte de esta historia fue mostrada en una amplia exposición documental en el Ministerio de Relaciones Exteriores en abril de este año.  Sin embargo, hasta este 31 de agosto podremos apreciar otra pequeña exposición documental y fotográfica, puesta en conjunto con el Instituto Riva Agüero de la PUCP, en el hall del Centro Cultural Peruano Japonés (Av. Gregorio Escobedo No 803 Residencial San Felipe, Jesús María, Lima).


Esta muestra forma parte de las actividades que se realizan este año por la conmemoración del 110 aniversario de la inmigración japonesa al Perú. Si tienen un tiempo y les interesa el tema,  den un paseo por El Residencial San Felipe, la muestra está puesta hasta el día 31 de agosto (de 8:30am a 8:30pm de lunes a sábado, los domingos consultar horario de atención), la entrada es libre.


 

 

21.8.09

El Apra en la historia del Perú: conversatorio este 26 de agosto


Les coloco el texto de publicidad de la PUCP, de paso que recomiendo l asistencia a este evento, donde varios de nosotros vamos a asistir y realizar una crónica posterior a cargo de El Cantante:

Pocas agrupaciones políticas podrían exhibir un pasado tan rico pero a la vez tan lleno de episodios sinuosos como el APRA. El conversatorio “Memoria, mito y política: el APRA en la historia del Perú” busca indagar en el pasado tan complejo del Partido Aprista Peruano, el mismo que constituye un rico lugar para entender y explicar la historia de nuestro país. Se llevará a cabo el miércoles 26 de agosto a las 6 p.m. en el salón L-215 de Estudios Generales Letras.

Participarán Iñigo García Bryce (New Mexico State University), Carlos Aguirre (University of Oregon) y José Luis Rénique (Lehman College, City University of New York). Estos notables investigadores han profundizado en aspectos y temas poco conocidos en la historia del APRA, como la revolución de Trujillo de 1932, la prisión política de muchos de los líderes del partido y el quiebre interno que dio lugar en los años sesenta a la guerrilla del MIR. Los comentarios estarán a cargo del profesor Nelson Manrique. Organizan Estudios Generales Letras, la Coordinación de Historia en EE.GG.LL. y el Seminario Historia, Memoria y Violencia. El ingreso es libre.


11.8.09

Congreso Internacional: INDEPENDENCIA Y DEMOCRACIA EN EL PERÚ. Lima, 12-14 de agosto de 2009

Uno de nuestros queridos compañeros del blog, JOsé Luis Igue se va a presentar como ponente. A continuación les copio el programa y los invito a participar de este interesante evento donde la entrada es libre pero se necesita una previa inscripción por internet.


MIÉRCOLES 12 DE AGOSTO
Inauguración
7:00 pm

Margarita Guerra (Directora del Instituto Riva Agüero)
P. Michael McKinley (Embajador de los EEUU en el Perú)
José Agustín de la Puente Candamo (Profesor Principal PUCP)
Elías Palti (Profesor Universidad de Quilmes)
Mauricio Novoa (Director Centro de Estudios Bicentenario)
Carmen Mc Evoy (Directora Centro de Estudios Bicentenario)



JUEVES 13 DE AGOSTO

Mesa uno
Visiones y proyectos en la transición a la República
10:30 am

Víctor Peralta Ruiz (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid). «Estropeados por el despotismo». La retórica contra la arbitrariedad bajo el gobierno de Abascal, 1811-1812
José Antonio Aguilar (Centro de Investigación del Desarrollo Económico, México). Vidaurre y el dilema de la política
Carmen Mc Evoy (University of the South, Sewanee). La «patria científica»: Política y ciencia en los albores de la República peruana
Elías Palti (Universidad de Quilmes, Buenos Aires). La Abeja republicana: Emancipación y democracia en el Perú
Moderador: Cristóbal Aljovín (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)

Mesa dos
Imaginarios culturales y opinión pública
3:00 pm

Carolina Guerrero (Universidad Simón Bolívar, Caracas). La concepción republicana del deber: Bolívar y la libertad del Perú
Pedro Guibovich Pérez (Pontificia Universidad Católica del Perú). Letras de molde y revolución: la imprenta y la Independencia en el Perú
Carlos Gálvez (Columbia University in the City of New York). El rey, la constitución y la patria. La prédica política en el Perú durante la primera mitad del siglo XIX
Marisol Barbón (University of Massachusetts Amherst). «De la muy noble y leal a la heroica y esforzada ciudad de Lima»: rituales públicos durante la transición a la Independencia
Moderadora: Ana María Stuven
Coffee break

Mesa tres
Guerra, guerrillas y sociedad
5:00 pm

José de la Puente Brunke (Pontificia Universidad Católica del Perú). «Todo fue atolondramiento, todo confusión». Los militares realistas en la Guerra de Independencia del Perú y sus desavenencias
José Luis Igue (University of California, Santa Barbara). Bandolerismo y etnicidad en las guerras de independencia: el caso de los morochucos de Cangallo, Ayacucho (1814-1829)
Ana María Stuven (Pontificia Universidad Católica de Chile). La Expedición Libertadora del Perú: ¿americanismo o nacionalismo?
Natalia Sobrevilla (University of Kent, Gran Bretaña). ¿Ciudadanos en armas? La formación del ejército nacional durante los procesos de Independencia
Moderador: Mauricio Novoa

VIERNES 14 DE AGOSTO

Mesa cuatro
Grupos y actores
10:30 am

Cristina Mazzeo (Pontificia Universidad Católica del Perú). Lima en la agonía del régimen colonial y la Guerra de Independencia (1820-1826): el Tribunal del Consulado y la financiación de la guerra
Paul Rizo-Patrón (Pontificia Universidad Católica del Perú). Una aristocracia ambivalente: Torre Tagle y sus pares ante la Independencia del Perú
Gabriella Chiaramonti (Universidad de Padua). Las elecciones gaditanas en los pueblos del Perú: dinámicas, tensiones y rupturas
Jesús Cosamalón (Pontificia Universidad Católica del Perú). Mestizaje e interrelación social en el tránsito de la sociedad de castas a la república liberal. Lima, 1790-1860
Mauricio Novoa (Universidad de Cambridge). Los abogados y el movimiento independentista
Moderador: Eduardo Dargent (Pontificia Universidad Católica del Perú / University of Texas at Austin)

Mesa cinco
Balances y percepciones de la Independencia
3:00 pm

Antonio Espinoza (Virginia Commonwealth University, EEUU). La Independencia en los textos escolares peruanos, 1821-c. 1930
Carlos Contreras (Pontificia Universidad Católica del Perú). El precio de ser libres: costos y consecuencias económicas de la Independencia en el Perú
Cecilia Méndez (University of California, Santa Barbara). Guerra y nacionalismo en la historiografía de la Independencia hispanoamericana: el Perú y Bolivia en perspectiva comparada
Carlos Aguirre (Universidad de Oregon). Independencia, clases populares e «historia desde abajo»: ¿qué sabemos y qué nos falta saber?
Moderador: Carlos Gávez
Coffee break


Mesa de cierre y balance
Independencia y Democracia en el Perú. Un enfoque desde América Latina
5:00 pm

José Antonio Aguilar
Carolina Guerrero
Elías Palti
Ana María Stuven
Carmen Mc Evoy

Clausura

Margarita Guerra
Mauricio Novoa

10.8.09

Coloquio Interdisciplinario "II Encuentro de Historiadores del Arte y Arqueólogos"

Hemos recibido la siguiente convocatoria:



CONVOCATORIA PARA EL ENVIO DE PONENCIAS
Coloquio Interdisciplinario "II Encuentro de Historiadores del Arte y Arqueólogos"


Alumnos - PREGRADO Y POSTGRADO-
Hasta el 30 de Agosto.

En las áreas de Historia del arte, arte, arqueología, antropología, Humanidades, Ciencias Sociales, etc.

Se deberá enviar una sumilla en archivo de Word de 15 a 25 líneas con el título de la ponencia y bibliografía (mínimo 5 referencias), nombre y breve currículo del autor, correo electrónico, teléfono, celular, centro de estudios, y especificar los materiales para la exposición (laptop, reproductor DVD, etc.) hasta el 30 de agosto de 2009.
La ponencia completa se entregara el 10 de septiembre.

También se reciben propuestas de mesas con proyectos de investigación o de campo que deberán incluir el título de la misma, nombres y resúmenes de las ponencias (máximo cuatro ponencias y mínimo tres) además de los datos personales de cada ponente.

Ejes temáticos

1.Estudios de iconografía, estética y estilo prehispánico.
2.Estudios comparativos entre disciplinas o proyectos.
3.Patrimonio cultural.
4.Métodos de interpretación.
5.Nuevos descubrimientos.
6.Estudios interdisciplinarios: etnohistoria, antropología, historia, biología, musicología, etc.

SIN COSTO ALGUNO.

26.7.09

“Memoria, género y etnicidad en los Andes”

AFICHE SEMINARIO CEHRA

 

Muy interesante se ve el seminario Memoria, género y etnicidad en los Andes, a realizarse prontamente en la ciudad de Ayacucho entre el 3 y 6 de agosto. El evento es organizado por el Centro de Estudios Históricos Regionales de Ayacucho (CEHRA), una asociación de estudiantes y egresados de Historia de la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga que en los dos últimos años ha impulsado la realización de conferencias y talleres de actualización teórica para los historiadores de Ayacucho.

El seminario reunirá a panelistas de reconocida trayectoria y a jóvenes investigadores. La programación puede descargarse aquí. Hacemos extensiva la invitación a todos los interesados.

El futuro del libro impreso: un retorno al pasado

Por: Roberto Niada A.


Antes de 1453, año de invención de la imprenta, los libros eran artículos de lujo. Se trataba de textos hechos a mano por un grupo de artistas profesionales: las letras eran dibujadas por destacados caligrafistas e incluían pequeños grabados a colores realizados por los llamados miniaturistas. La elaboración de los libros era lenta. Cada ejemplar de una obra era único y, por lo tanto, tenía un precio individual. Quienes ordenaban su confección solían ser acaudalados aristócratas o comerciantes, los que tenían un interés no solo cultural, sino de colección. La aparición de la imprenta marcaría el inicio de un cambio progresivo de este panorama, ya que permitió producir una mayor cantidad de textos en menor tiempo. Además, los ejemplares de una obra salían de los talleres de imprenta a un bajo precio, el cual era el mismo para cada ejemplar. El resultado de este proceso fue la democratización del libro y, por ende, de la lectura.

En la actualidad, sin embargo, el libro impreso ha iniciado lentamente el camino de regreso a lo que fue hace cientos de años: un objeto de lujo y colección. ¿A qué se debe esto? En primer lugar, la existencia en el ciberespacio de versiones digitales gratuitas de libros ha hecho que los lectores prefieran descargar aquellas que adquirir textos en las librerías. En segundo lugar, la profundización del cambio climático llevará a los gobiernos a preservar los bosques en lugar de talarlos para elaborar, entre otras cosas, papel. Así, con el tiempo, el precio de este –y de los textos– se irá incrementando y las editoriales abandonarán progresivamente su costumbre de imprimir en papel los libros. A las razones anteriores, relacionadas con el ahorro personal y la protección del medio ambiente, se agrega otra, que es el cuidado de la salud. Así, cuando la calidad del papel de los libros no es de las mejores, estos suelen ponerse amarillentos y tomar un mal olor, lo que puede desencadenar procesos alérgicos en algunas personas. Esto se evita con la lectura de las versiones digitales en las computadoras o en otros dispositivos electrónicos.

Por las razones expuestas, en un futuro quizás no tan lejano serán pocas las personas que puedan preciarse de tener una biblioteca impresa. Serán personajes acaudalados que gusten evidentemente de la lectura, pero también de sentir el olor del papel mojado en tinta.

29.6.09

TANTAS VECES LA RAZÓN DE ESTADO


Por Nayib

El luctuoso enfrentamiento entre las fuerzas del orden del Estado y pobladores provenientes de las etnias amazónicas, acaecido el 5 de junio del presente año en la selva peruana, produjo el macabro resultado de, hasta ahora, 34 fallecidos de ambos bandos. Post muertes, el gobierno esgrime entre las explicaciones sobre las causas del hecho el restablecimiento del principio de autoridad y el orden público; es decir por razones de Estado.
Si nos trasladamos a los inicios de la era moderna, siglo XVI, ya en El Príncipe (1538) de Nicolás Maquiavelo se encuentran soluciones para casos de la acción política en los que no paran mientes acerca de la justicia, ni de la moralidad, sino en que son soluciones, porque el fin todo lo justifica. Estas razones algunas veces surgen de una maldad perfeccionada y deliberada en la que todo está planeado y nada queda librado al azar. Es más, en importantes enciclopedias podemos encontrar que “...no debe admirar que los políticos del siglo XVI tuviesen los libros de Maquiavelo en tanta estima, que muchos los llevasen siempre consigo”.[1]
Trasladémonos a un sonado hecho de la historia:

EL VIRREY FRANCISCO TOLEDO Y SU SENTENCIA CONTRA EL ÚLTIMO INCA DE VILCABAMBA

En 1572, la historiografía marca un hito culminante del periodo de 50 años de resistencia incaica contra la conquista española: La ejecución del último Inca de Vilcabamba, Tupac Amaru I.
Este magnicidio adquiere un carácter especial porque para los Incas fue el fin del Imperio y para España la consolidación del poder político administrativo.
El cronista conventual padre Antonio de la Calancha, relata que el Virrey Francisco Toledo no bien piso suelo peruano intentó reducir a Tupac Amaru I por medio de artimañas primero y haciéndole la guerra después, en venganza por su rebeldía. En 1572 se inicia la campaña en la ciudad del Cuzco. Organizó una fuerza de 250 hombres al mando del capitán Martín García de Loyola y distribuyó sus fuerzas en vanguardias, apoyadas por arcabuceros y artillería. Como medida de engaño darán la voz que se dirigirían a Chile par perpetrar la sorpresa e iniciar una operación de cerco al último reducto de los Incas. Los oriundos se defendieron empleando galgas y pequeñas formaciones al mando de los guerreros Atahualpa y Curipaucar que armados con lanzas, macanas y flechas, entablaron la Batalla de Coyaochaca; pero no pudieron contener a las huestes españolas. Tupac Amaru se entrega a los españoles y es conducido al Cuzco junto a su familia y seguidores. “Sentenciole el Virrey a muerte, [Tupac Amaru] aclamó a la república, no valió su ruego; pidió el Inga le desterrase a España, que el iría a ser page de nuestro Rey; enternecía a todos su demanda, i no medró nada con el Virrey su suplica.” El obispo Fray Agustín solicita la piedad de Toledo de manera infructuosa. “El virrey si se conmovió no se dejó vencer, diciendo, que así convenía al servicio del Rey…O a cuantos nobles a endurecido el corazón la pestilencial razón de Estado, veneno de las monarquías, con engaños de comodidad, i cuchillo de las conciencias en manos de la conservación.”
La importancia del hecho y sus efectos debió ser meditado largamente por el virrey Toledo, pues esto constituía un duro golpe que junto a medidas complementarias significaban la fundación de la era “en orden” post-toledana.
El último Inca de Vilcabamba es ejecutado en gran ceremonia en la plaza de armas del Cuzco. El padre A. de la Calancha describe así este triste suceso:
“El amor de los Indios era grande, las lágrimas de todos muchos, i la confusión lastimosa, pidieronle los religiosos les mandase callar, i con una majestuosa severidad alzó el brazo derecho con la mano abierta…i al punto callaron todos de manera…El Virrey que lo estuvo mirando desde una ventana, aunque encubierto, i los españoles quedaron admirados de tal obediencia, i los indios rendidos a tal mandato”.

Bibliografía

1. CALANCHA, Antonio de la. Crónica moralizadora (1630). 6 vols. Transcripción, estudio crítico, notas e índices de Ignacio Prado Pastor. Lima: Imp. De la Universidad de San Marcos, 1974.
2. BRADING, David A. Orbe Indiano. De la monarquía católica a la republica criolla. México. FCE. 1991.
3. PEASE G.Y. Franklin. Las Crónicas y los Andes. FCE. 1995.
[1] ESPASA CALPE. Enciclopedia Universal Ilustrada. Europeo americana. 1981. Madrid – Barcelona.

24.6.09

Viento divino: El ‘ataque’ japonés a California

Usamah bin Laden no fue el primero en atacar el suelo continental estadounidense. Durante la Segunda Guerra Mundial, los japoneses diseñaron una ingeniosa técnica para lanzar ‘misiles’ transoceánicos hacia la costa oeste norteamericana, lo cual se hizo con métodos, digamos, artesanales. Todo comenzó en abril de 1942, cuando luego del atrevido bombardeo sobre Tokio del general Doolittle, los militares nipones se habían quedado, como se dice, picones. Entonces emprendieron por dos años un proyecto secreto para encontrar la forma de tomar represalias y, en cordial reciprocidad, bombardear a los enemigos de al frente. ¡Menuda labor! Ni en el peor de los supuestos se pensaba en llegar a Norteamérica con fuerzas aeronavales, menos tras la reciente derrota en la batalla del Mar del Coral. El camino debía ser otro. El general Kusaba, encargado del proyecto, pronto demostraría sus dotes de mago.
- - - - - - -
Dos años después, en 1944, el destino parecía haber mostrado ya las últimas cartas. Tras recuperar Guadalcanal, Guam y parte de las Filipinas, los estadounidenses se sentían más que nunca invencibles. Para noviembre, las superfortalezas volantes B-29 comenzaban a bombardear regularmente Tokio.
Sin embargo, por esos mismos días, cosas extrañas ocurrían en suelo americano. Por ejemplo, en Oregón, un grupo de niños se acerca a un aparato desconocido. Este explosiona al instante: seis muertos. En Montana, tierra adentro, se reporta un artefacto volador completamente quemado. En el cielo se veían fogonazos.
Si bien el asunto fue inicialmente todo un enigma, hacia mediados de diciembre los técnicos del ejército norteamericano ya lo habían descifrado, e hidalgamente tuvieron que reconocer el ingenio de sus creadores. A ello contribuyó el rescate de varios de estos aparatos intactos, tanto en tierra como en el mar.
- - - - - - -
Sucede que Kusaba y su equipo habían encontrado la manera de hacer llegar las bombas a Estados Unidos. En el Pacífico, a una altura aproximada de 10.000 metros, existen corrientes de aire dominantes que marchan hacia el este a una velocidad de 150 a 300 km/h. Los japoneses construyeron y soltaron unos 9.000 globos de gas que eran capaces de utilizar esta fuerza aerodinámica. Se calcula que un 10% logró ‘cruzar el charco’, cayendo en zonas que van desde Alaska a México. Los globos –de unos diez metros de diámetro– portaban un complejo mecanismo de lastres y contrapesos, que aseguraba el vuelo entre los 9.300 y 11.000 metros de altitud. Con cada envío, los japoneses colocaban aparatos de radio en uno de los globos, para conocer los progresos de la ‘flota’ a través del océano. Cada globo cargaba por lo menos con una bomba incendiaria, y el resto eran de fragmentación.
clip_image001[1]
Génesis y apocalipsis de la Guerra del Pacífico. Izquierda: Hundimiento del USS Arizona en Pearl Harbor (7/12/1941). Debajo: La bomba atómica vista desde el cielo de Hiroshima (6/8/1945).
clip_image002
La preocupación del general Wilbur, responsable de la defensa frente a estos gaseosos invasores, era que los globos llegasen –como estaba previsto– a los grandes bosques del Oeste estadounidense. Las bombas explosivas no eran de consideración. Pero sí las incendiarias, y sobre todo ante la urgente necesidad bélica de madera. Afortunadamente (para los norteamericanos), los envíos sólo se produjeron durante el invierno y, súbitamente, dejaron de realizarse en abril de 1945, justo cuando habían alcanzado su punto más álgido. De haber continuado en la seca temporada veraniega, los daños habrían sido cuantiosos. Por otro lado, se temía que los globos pudieran cargar con agentes bacteriológicos, ya sean epidémicos o epizoóticos.
Para enfrentar el problema, se organizaron comandos conjuntos de paracaidistas, guardabosques y bomberos. Sin embargo, era obvio que muchos globos caerían sin ser detectados temporalmente. Se procedió entonces a movilizar a los funcionarios de sanidad, a los universitarios y veterinarios de la zona, a realizar campañas informativas de descontaminación y a construir depósitos en donde se pudiera almacenar el supuesto contrabando biológico. Asimismo, se acordó con la prensa una censura voluntaria, para que el Imperio Japonés no se enterara de los progresos de su ‘División Gasífera’. Dicha decisión no fue tomada con facilidad, ya que impediría informar al propio pueblo del peligro de los globos. Así, por ignorancia, murieron por ejemplo los niños de Oregón. No obstante, el asunto fue resuelto mayormente con eficiencia. La información pudo ser transmitida con amplitud ya que el Alto Mando contó con la colaboración oportuna de las autoridades locales: maestros, policías, guardabosques.
Sorpresivamente, a fines de abril los globos desaparecieron del firmamento. Nunca más se avistó su presencia. Como al inicio de los sucesos, el caso volvía a ser todo un enigma.
- - - - - - -
Años después, el general Wilbur pudo encontrarse en Japón con su colega Kusaba. Este le contó que en Japón se supo del aterrizaje inicial en Montana. Pero luego, el silencio de la prensa americana hizo que sus superiores creyeran en la posibilidad de un fracaso. Finalmente, se hartaron de Kusaba y el proyecto fue desestimado. A fines de abril recibió la siguiente orden del Estado Mayor Imperial: “Sus globos no llegaron a América. Si hubiesen llegado, los periódicos hablarían de ello. Los norteamericanos no podrían estarse callados tanto tiempo”.