29.6.09

TANTAS VECES LA RAZÓN DE ESTADO


Por Nayib

El luctuoso enfrentamiento entre las fuerzas del orden del Estado y pobladores provenientes de las etnias amazónicas, acaecido el 5 de junio del presente año en la selva peruana, produjo el macabro resultado de, hasta ahora, 34 fallecidos de ambos bandos. Post muertes, el gobierno esgrime entre las explicaciones sobre las causas del hecho el restablecimiento del principio de autoridad y el orden público; es decir por razones de Estado.
Si nos trasladamos a los inicios de la era moderna, siglo XVI, ya en El Príncipe (1538) de Nicolás Maquiavelo se encuentran soluciones para casos de la acción política en los que no paran mientes acerca de la justicia, ni de la moralidad, sino en que son soluciones, porque el fin todo lo justifica. Estas razones algunas veces surgen de una maldad perfeccionada y deliberada en la que todo está planeado y nada queda librado al azar. Es más, en importantes enciclopedias podemos encontrar que “...no debe admirar que los políticos del siglo XVI tuviesen los libros de Maquiavelo en tanta estima, que muchos los llevasen siempre consigo”.[1]
Trasladémonos a un sonado hecho de la historia:

EL VIRREY FRANCISCO TOLEDO Y SU SENTENCIA CONTRA EL ÚLTIMO INCA DE VILCABAMBA

En 1572, la historiografía marca un hito culminante del periodo de 50 años de resistencia incaica contra la conquista española: La ejecución del último Inca de Vilcabamba, Tupac Amaru I.
Este magnicidio adquiere un carácter especial porque para los Incas fue el fin del Imperio y para España la consolidación del poder político administrativo.
El cronista conventual padre Antonio de la Calancha, relata que el Virrey Francisco Toledo no bien piso suelo peruano intentó reducir a Tupac Amaru I por medio de artimañas primero y haciéndole la guerra después, en venganza por su rebeldía. En 1572 se inicia la campaña en la ciudad del Cuzco. Organizó una fuerza de 250 hombres al mando del capitán Martín García de Loyola y distribuyó sus fuerzas en vanguardias, apoyadas por arcabuceros y artillería. Como medida de engaño darán la voz que se dirigirían a Chile par perpetrar la sorpresa e iniciar una operación de cerco al último reducto de los Incas. Los oriundos se defendieron empleando galgas y pequeñas formaciones al mando de los guerreros Atahualpa y Curipaucar que armados con lanzas, macanas y flechas, entablaron la Batalla de Coyaochaca; pero no pudieron contener a las huestes españolas. Tupac Amaru se entrega a los españoles y es conducido al Cuzco junto a su familia y seguidores. “Sentenciole el Virrey a muerte, [Tupac Amaru] aclamó a la república, no valió su ruego; pidió el Inga le desterrase a España, que el iría a ser page de nuestro Rey; enternecía a todos su demanda, i no medró nada con el Virrey su suplica.” El obispo Fray Agustín solicita la piedad de Toledo de manera infructuosa. “El virrey si se conmovió no se dejó vencer, diciendo, que así convenía al servicio del Rey…O a cuantos nobles a endurecido el corazón la pestilencial razón de Estado, veneno de las monarquías, con engaños de comodidad, i cuchillo de las conciencias en manos de la conservación.”
La importancia del hecho y sus efectos debió ser meditado largamente por el virrey Toledo, pues esto constituía un duro golpe que junto a medidas complementarias significaban la fundación de la era “en orden” post-toledana.
El último Inca de Vilcabamba es ejecutado en gran ceremonia en la plaza de armas del Cuzco. El padre A. de la Calancha describe así este triste suceso:
“El amor de los Indios era grande, las lágrimas de todos muchos, i la confusión lastimosa, pidieronle los religiosos les mandase callar, i con una majestuosa severidad alzó el brazo derecho con la mano abierta…i al punto callaron todos de manera…El Virrey que lo estuvo mirando desde una ventana, aunque encubierto, i los españoles quedaron admirados de tal obediencia, i los indios rendidos a tal mandato”.

Bibliografía

1. CALANCHA, Antonio de la. Crónica moralizadora (1630). 6 vols. Transcripción, estudio crítico, notas e índices de Ignacio Prado Pastor. Lima: Imp. De la Universidad de San Marcos, 1974.
2. BRADING, David A. Orbe Indiano. De la monarquía católica a la republica criolla. México. FCE. 1991.
3. PEASE G.Y. Franklin. Las Crónicas y los Andes. FCE. 1995.
[1] ESPASA CALPE. Enciclopedia Universal Ilustrada. Europeo americana. 1981. Madrid – Barcelona.

24.6.09

Viento divino: El ‘ataque’ japonés a California

Usamah bin Laden no fue el primero en atacar el suelo continental estadounidense. Durante la Segunda Guerra Mundial, los japoneses diseñaron una ingeniosa técnica para lanzar ‘misiles’ transoceánicos hacia la costa oeste norteamericana, lo cual se hizo con métodos, digamos, artesanales. Todo comenzó en abril de 1942, cuando luego del atrevido bombardeo sobre Tokio del general Doolittle, los militares nipones se habían quedado, como se dice, picones. Entonces emprendieron por dos años un proyecto secreto para encontrar la forma de tomar represalias y, en cordial reciprocidad, bombardear a los enemigos de al frente. ¡Menuda labor! Ni en el peor de los supuestos se pensaba en llegar a Norteamérica con fuerzas aeronavales, menos tras la reciente derrota en la batalla del Mar del Coral. El camino debía ser otro. El general Kusaba, encargado del proyecto, pronto demostraría sus dotes de mago.
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Dos años después, en 1944, el destino parecía haber mostrado ya las últimas cartas. Tras recuperar Guadalcanal, Guam y parte de las Filipinas, los estadounidenses se sentían más que nunca invencibles. Para noviembre, las superfortalezas volantes B-29 comenzaban a bombardear regularmente Tokio.
Sin embargo, por esos mismos días, cosas extrañas ocurrían en suelo americano. Por ejemplo, en Oregón, un grupo de niños se acerca a un aparato desconocido. Este explosiona al instante: seis muertos. En Montana, tierra adentro, se reporta un artefacto volador completamente quemado. En el cielo se veían fogonazos.
Si bien el asunto fue inicialmente todo un enigma, hacia mediados de diciembre los técnicos del ejército norteamericano ya lo habían descifrado, e hidalgamente tuvieron que reconocer el ingenio de sus creadores. A ello contribuyó el rescate de varios de estos aparatos intactos, tanto en tierra como en el mar.
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Sucede que Kusaba y su equipo habían encontrado la manera de hacer llegar las bombas a Estados Unidos. En el Pacífico, a una altura aproximada de 10.000 metros, existen corrientes de aire dominantes que marchan hacia el este a una velocidad de 150 a 300 km/h. Los japoneses construyeron y soltaron unos 9.000 globos de gas que eran capaces de utilizar esta fuerza aerodinámica. Se calcula que un 10% logró ‘cruzar el charco’, cayendo en zonas que van desde Alaska a México. Los globos –de unos diez metros de diámetro– portaban un complejo mecanismo de lastres y contrapesos, que aseguraba el vuelo entre los 9.300 y 11.000 metros de altitud. Con cada envío, los japoneses colocaban aparatos de radio en uno de los globos, para conocer los progresos de la ‘flota’ a través del océano. Cada globo cargaba por lo menos con una bomba incendiaria, y el resto eran de fragmentación.
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Génesis y apocalipsis de la Guerra del Pacífico. Izquierda: Hundimiento del USS Arizona en Pearl Harbor (7/12/1941). Debajo: La bomba atómica vista desde el cielo de Hiroshima (6/8/1945).
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La preocupación del general Wilbur, responsable de la defensa frente a estos gaseosos invasores, era que los globos llegasen –como estaba previsto– a los grandes bosques del Oeste estadounidense. Las bombas explosivas no eran de consideración. Pero sí las incendiarias, y sobre todo ante la urgente necesidad bélica de madera. Afortunadamente (para los norteamericanos), los envíos sólo se produjeron durante el invierno y, súbitamente, dejaron de realizarse en abril de 1945, justo cuando habían alcanzado su punto más álgido. De haber continuado en la seca temporada veraniega, los daños habrían sido cuantiosos. Por otro lado, se temía que los globos pudieran cargar con agentes bacteriológicos, ya sean epidémicos o epizoóticos.
Para enfrentar el problema, se organizaron comandos conjuntos de paracaidistas, guardabosques y bomberos. Sin embargo, era obvio que muchos globos caerían sin ser detectados temporalmente. Se procedió entonces a movilizar a los funcionarios de sanidad, a los universitarios y veterinarios de la zona, a realizar campañas informativas de descontaminación y a construir depósitos en donde se pudiera almacenar el supuesto contrabando biológico. Asimismo, se acordó con la prensa una censura voluntaria, para que el Imperio Japonés no se enterara de los progresos de su ‘División Gasífera’. Dicha decisión no fue tomada con facilidad, ya que impediría informar al propio pueblo del peligro de los globos. Así, por ignorancia, murieron por ejemplo los niños de Oregón. No obstante, el asunto fue resuelto mayormente con eficiencia. La información pudo ser transmitida con amplitud ya que el Alto Mando contó con la colaboración oportuna de las autoridades locales: maestros, policías, guardabosques.
Sorpresivamente, a fines de abril los globos desaparecieron del firmamento. Nunca más se avistó su presencia. Como al inicio de los sucesos, el caso volvía a ser todo un enigma.
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Años después, el general Wilbur pudo encontrarse en Japón con su colega Kusaba. Este le contó que en Japón se supo del aterrizaje inicial en Montana. Pero luego, el silencio de la prensa americana hizo que sus superiores creyeran en la posibilidad de un fracaso. Finalmente, se hartaron de Kusaba y el proyecto fue desestimado. A fines de abril recibió la siguiente orden del Estado Mayor Imperial: “Sus globos no llegaron a América. Si hubiesen llegado, los periódicos hablarían de ello. Los norteamericanos no podrían estarse callados tanto tiempo”.

15.6.09

Seminario internacional: “Memoria, género y etnicidad en los Andes”

CONVOCATORIA

SEMINARIO INTERNACIONAL: “MEMORIA, GÉNERO Y ETNICIDAD EN LOS ANDES”

El Centro de Estudios Históricos Regionales de Ayacucho (CEHRA), con ocasión del VI aniversario de la entrega del Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), está realizando los días 03, 04, 05 y 06 de agosto del 2009 en la ciudad de Ayacucho el Seminario Internacional: “Memoria, género y etnicidad en los Andes”. Este evento buscará reflexionar teórica y metodológicamente estos tres ejes de análisis para así repensar las aproximaciones al tema del Sasachakuy Tiempo o violencia política que asoló al país en las dos últimas décadas del siglo pasado. Con esta finalidad, el evento contará con la participación de destacad@s académic@s nacionales y extranjer@s y jóvenes investigador@s, quienes abordarán desde una perspectiva comparativa e interdisciplinaria los temas en cuestión.

En ese sentido, el CEHRA hace extensiva la invitación a investigador@s, activistas e interesados a presentar sus ponencias vinculados a los ejes temáticos que aborda el Seminario. El plazo límite de recepción de los trabajos será hasta el 30 de junio, y el 10 de julio se harán las notificaciones de aceptación de las ponencias para su exposición en el evento.

RECOMENDACIONES:

Los trabajos tendrán una extensión máxima de 10 páginas (incluye imágenes, notas y bibliografía), en formato Word, espacio y medio (1,5), times new roman 12 puntos y acompañado de un resumen (100 palabras). Los ponentes dispondrán de 20 minutos (por confirmar) para la exposición de sus trabajos. Las ponencias deberán acompañarse del curriculum vitae sintético con los datos del (la) autor(a). Los trabajos aprobados por el comité evaluador formarán parte de la memoria electrónica del seminario. Las consultas y envío de los trabajos al: cehraperu@gmail.com

El dolor americano. Literatura y periodismo en Gamaliel Churata

EL DOLOR AMERICANO. LITERATURA Y PERIODISMO EN GAMALIEL CHURATA

de Guissela Gonzales Fernández

comentarios:

Ladislao Landa (antropologo UNMSM)

Dorián Espezua ( docente de literatura y escritor UNMSM)

Hildebrando Pérez (catedrático y poeta UNMSM)

El evento se desarrollará el próximo viernes 19 de junio a las 8:00 p.m. en el Centro Cultural España (Natalio Sánchez 181 Santa Beatriz.

El dolor americano. Literatura y periodismo en Gamaliel Churata, es el producto de una investigación minuciosa y de una paciente sistematización de textos desconocidos o muy poco difundidos del escritor de origen puneño Gamaliel Churata (Arturo Peralta Miranda 1897-1969).

El texto, que recopila artículos de Gamaliel Churata publicados en diversos diarios y revistas bolivianos y peruanos, constituye el rescate académico de este escritor que durante tanto tiempo fue ignorado por la crítica oficial.

XIX Coloquio Internacional de Estudiantes de Historia

BASES DEL XIX COLOQUIO INTERNACIONAL DE ESTUDIANTES DE HISTORIA

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DEL PERU

El XIX Coloquio Internacional de Estudiantes de Historia tiene como finalidad fomentar el diálogo entre los estudiantes, investigadores y las diversas generaciones de historiadores, para así permitir la difusión y la discusión de las investigaciones históricas entre el público en general.

1. Fecha y lugar de realización:

Del 26 al 30 de octubre de 2009, en el Auditorio de Humanidades de la Pontificia Universidad Católica del Perú (Avenida Universitaria cdra. 18 s/n San Miguel, Lima 32). Para mayor información puede dirigirse a la siguiente dirección electrónica: coloquiodehistoria@pucp.edu.pe, o a la dirección web:

blog.pucp.edu.pe/coloquiodehistoria/

2. Organización:

La comisión organizadora del XIX Coloquio Internacional de Estudiantes de Historia está conformada por los alumnos de la especialidad de Historia de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas. La Comisión cuenta con el apoyo de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas y el Departamento de Humanidades de la Pontificia Universidad Católica del Perú; y con la asesoría del profesor Pedro M. Guibovich Pérez.

3. Participantes:

Estudiantes, egresados e investigadores de universidades peruanas y extranjeras.

Podrán presentar trabajos únicamente estudiantes, egresados y licenciados de la especialidad de Historia y disciplinas afines.

4. Ponencias:

Las ponencias pueden ser trabajos monográficos, ensayos, capítulos de tesis (por sustentar o en proceso de elaboración) o investigaciones de otro tipo. Los trabajos pueden ser individuales o de dos personas como máximo. Para su aceptación, las ponencias estarán sujetas a evaluación por la Comisión Académica del XIX Coloquio Internacional de Estudiantes de Historia y los profesores de la especialidad.

Las ponencias podrán versar sobre alguna de las siguientes áreas temáticas:

1. Historia política.

2. Historia económica.

3. Historia social.

4. Historia cultural.

5. Historia del arte.

6. Historia andina.

Se valorará la presentación de ponencias originales. De lo que se trata es de incentivar el interés por nuevos enfoques y la apertura de la disciplina historiográfica a nuevas miradas.

Requerimientos:

Para su revisión los interesados deberán presentar de manera obligatoria los siguientes tres documentos;

Primer documento: Ficha de datos personales.

Esta debe consignar los siguientes datos:

1. Nombre completo

2. Filiación académica (Institución de procedencia)

3. Dirección postal

4. Teléfono

5. Fax (opcional)

6. Correo electrónico

7. Breve resumen del currículum del autor

8. Señalar si en caso sea necesario materiales auxiliares para la exposición (pizarra, proyector, data display, etc.)

Segundo documento: Ficha de la ponencia

1. Título de la ponencia

2. Sumilla de la misma entre 150 y 250 palabras

Tercer documento: La ponencia

1. Título de la ponencia

2. Cuerpo de la ponencia. La extensión de los trabajos no deberá exceder las 18 carillas tipeadas a doble espacio en papel A4, y en fuente Arial o Times New Roman 12 puntos. El sistema de citado debe ser el numérico-alfabético (cita-nota)

3. Bibliografía y fuentes utilizadas (estas no se considerarán dentro del máximo de 18 carillas exigido)

Cada ponente dispondrá de veinte (20) minutos para la lectura o exposición de su trabajo. Se pide respetar el tiempo asignado.

Los ponentes deben enviar sus textos al buzón electrónico del coloquio.

5. Inscripciones:

La participación de los ponentes y asistentes no exige pago alguno. Para los primeros deberá realizarse una inscripción previa hasta el lunes 3 de agosto enviando un correo a la dirección electrónica del coloquio manifestando su interés en participar. Para los segundos la inscripción queda abierta hasta el viernes 23 de octubre a través de la misma vía.

El XIX Coloquio otorgará constancias de participación a ponentes, panelistas y al público inscrito que acredite el mínimo de asistencia determinada por la Comisión organizadora.

La última fecha para entregar la versión final de la ponencia es el lunes 17 de agosto.

6. Subvenciones para ponentes de fuera de Lima:

Dado que el coloquio cuenta con un presupuesto reducido, no es posible cubrir a todos los participantes procedentes del interior del país o del extranjero los gastos de transporte y alimentación. Sin embargo, a los estudiantes con ponencia del extranjero y de provincias se les proporcionará hospedaje.

La comisión organizadora

3.6.09

El outsider ocioso


Por: Héctor Huerto Vizcarra

El tema que plantea el Jorobado en su último post me parece interesante porque me da la oportunidad de desmontar el concepto. No concuerdo con el uso que se le da al término outsider, puesto que me parece que carece de toda utilidad práctica, ya que describe más un posicionamiento coyuntural de determinados actores políticos y soslaya la capacidad que tiene todo régimen político de ir incorporando nuevos actores relevantes.

Lynch (1999) señala que el outsider es un individuo que viene fuera del sistema de partidos y de la sociedad política, con un prestigio ganado en otras actividades y que desarrolla un discurso condenatorio de la política y de los políticos. Por su marginalidad con respecto al sistema político, Lynch utiliza como sinónimo de outsider a la palabra independiente. Por eso se menciona a Belmont como el primer outsider reconocido a finales de los 80 y luego a Fujimori, como el símbolo magnificado de la avalancha de “independientes”, léase outsiders, que entraron por la puerta grande en la política nacional en desmedro de los partidos políticos. La falta de claridad del término provoca que en ocasiones se generalice en demasía la aplicación de este “concepto”, por lo que se ha llegado a mencionar a Barrantes como el primer “independiente” de la década del ochenta.

Meléndez (1996) perfila mejor el término cuando afirma que un outsider tiene que ser alguien nuevo en la política, aunque acota inmediatamente que no todos los nuevos en política son outsiders, lo que los diferenciaría es si emergen o no fuera del sistema político. Además, plantea que no se trata de una categoría permanente, el outsider de hoy sería el político “tradicional” del mañana: “Los outsiders no duran para siempre. Si alguna vez lo fueron, basta un segundo intento para expropiarles de tal identificación. Alejandro Toledo pudo ser un outsider en 1995, aunque ello sea discutible. Pero el 2000 y 2001 claramente no lo fue.”. Entonces, ¿hasta qué punto el concepto outsider describe o no la forma como se renueva todo sistema político? Según las definiciones antes mencionadas, ¿fueron los izquierdistas de fines de los setenta e inicios de los ochenta los primeros outsiders?

Si se siguiera la sola afirmación de Meléndez con respecto a la virginidad política que deberían tener los denominados outsiders Barrantes no podría ser uno de ellos, puesto que venía de una militancia aprista que duró hasta fines de los años setenta. Otro de los experimentados sería el propio Vargas Llosa puesto que en su juventud militó en una pequeña organización marxista, aunque esto podría ser objetado por su distancia temporal. Entonces, también habría que tomar en cuenta la acotación que el Jorobado hace después. Curiosamente, Vargas Llosa tampoco sería un outsider puesto que para fines de los ochenta estaba lejos de estar fuera del sistema político. Desde fines de los setenta había tenido una cierta presencia política a través de sus artículos que publicaba en la prensa ya que a pesar de dedicarse de lleno a la literatura, la política fue otra de sus pasiones no tan ocultas. Para mediados de los ochenta, cuando se acercaban las elecciones de 1985, dentro de AP se vocea el nombre de Vargas Llosa como posible candidato presidencial, posibilidad frustrada por las pretensiones de Alva Orlandini de encabezar la lista de su partido en las presidenciales entonces venideras. Esta propuesta puede haber surgido como consecuencia del rol que tuvo Vargas Llosa al presidir la comisión investigadora de la masacre de Uchuraccay en 1983.

Para las municipales de 1984, otro posible candidato se barajaba dentro de AP para las elecciones de Lima Metropolitana: Ricardo Belmont. Habría que preguntarse hasta qué punto el dueño de un canal de tv, por más pequeño que sea, está en la orilla del sistema político. La decisión política que toma Belmont para la segunda vuelta electoral de 1990 en donde endosa su voto públicamente a Vargas Llosa lo sitúa más cercano a los partidos políticos “tradicionales” que a la postura aparentemente intrínseca de los outsiders de oposición radical a los partidos políticos preponderantes hasta ese momento. Fujimori, el niño símbolo de los politólogos outsiderianos, tuvo una agitada carrera política dentro de la Universidad Agraria que al final le rindió sus frutos cuando pudo llegar al Rectorado de esa universidad. Hay que recordar que estamos hablando del contexto de las universidades públicas altamente politizadas en los años setenta y ochenta. Asimismo, gracias a este cargo pudo entrar en contacto con personalidades políticas del gobierno aprista, como lo son Armando Villanueva y Alan García. A raíz de esto, comienza a recibir una serie de encargos menores por parte del gobierno para participar en determinadas comisiones. Posteriormente, el propio García lo convoca para que dirija un programa en el canal del Estado, que tiene llegada a nivel nacional, en donde permaneció tres años consecutivos. A finales del gobierno aprista, el propio Fujimori declaró que el gobierno le solicitó que asumiera el cargo de ministro de Agricultura, que al final no aceptó. Por último, Fujimori barajó para las elecciones de 1990 hasta el último momento la posibilidad de postular en la lista de alguno de los partidos “tradicionales”, por lo que intentó suerte vanamente en el APRA y en Izquierda Socialista. Para Planas (2000) desde mediados de los años ochenta figuras independientes van siendo convocadas por los principales partidos políticos para conformar sus listas electorales, por lo que su presencia en la política peruana no es ninguna novedad para los noventa.

Probablemente, la diferencia radica en que en los noventa estos independientes surgen al margen de los partidos políticos. Esto encuentra su razón de ser en la forma como se va moldeando la salida de la crisis política en que se sumió el régimen político peruano a finales de los ochenta. En parte, esta salida se produce con el creciente predominio de un discurso político anti-sistémico que ataca viralmente a los partidos políticos imperantes, puesto que ve en ellos a sus principales opositores. Esta forma de hacer política, de una manera confrontacional que busca canibalizar al contrario, tampoco es una particularidad de los independientes ni de los noventa. Al contrario, pertenece a la propia dinámica característica de la política peruana de una década antes. El discurso político que fomenta Fujimori desde el poder le sirve eficazmente para posicionar su propia figura política y derrotar a sus adversarios que, al parecer, lo subestimaron desde un comienzo. Por ello, cuando Degregori y Meléndez (2007) afirman que el  outsider ha sido una suerte de amortiguador que calmó temporalmente la crisis producida por el divorcio entre la política y la sociedad, plantean la visión de un electorado pasivo. Desde mi punto de vista, lo que se puede apreciar en los quince primeros años del régimen político que se inició en 1980, es la capacidad que tiene el 60% de los ciudadanos que participa activamente en los procesos electorales de ir buscando nuevas alternativas de representación política, donde cada vez más, el cinismo y el pragmatismo van a ser los ejes fundamentales, pero no los únicos, para elegir a aquellos que les puedan garantizar una mejor cercanía con el poder con sus consecuentes beneficios.

Finalmente, ¿existen los outsiders? Me parece que tanto la pregunta como el concepto sobre el que se pregunta son opciones ociosas, puesto que no revelan una complejidad social y política mayor.