Por: Nayib
En cada uno de nuestros estados sur y centro americanos encontramos la presencia de diversos tipos de nacionalismo: el neo burgués, de izquierdas, populistas, militaristas, étnico culturales y cívico territorial occidental; y que en sus respectivas sociedades políticas interactúan entre sí e inclusive producen conflictos internos.
La globalización que se manifiesta como un proceso complejo y conflictivo y que pone de manifiesto el componente ideológico, el neoliberalismo; y el político, el hegemonismo; produce varias reacciones en estos grupos, movimientos o partidos nacionalistas; algunos se adhieren, otros se adaptan y los últimos se oponen o no aceptan este orden de cosas, por lo que se han convertido en los outsiders de la mundialización. Recordamos que las izquierdas han sufrido una gran transformación, su acción política ya no es para implantar una sociedad sin clases; ahora es por lograr un mundo más justo y equilibrado social y naturalmente, y esto explica su mayor presencia en la esfera del derecho, la sociología y la ecología. Quizá por estos motivos, pero sin dejar de ser en esencia reformistas y anti conservadores, muchas veces se arropan o adhieren a movimientos nacionalistas o populistas como vehículos para llegar a obtener una cuota de participación en la vida política de los países.
En cada uno de nuestros estados sur y centro americanos encontramos la presencia de diversos tipos de nacionalismo: el neo burgués, de izquierdas, populistas, militaristas, étnico culturales y cívico territorial occidental; y que en sus respectivas sociedades políticas interactúan entre sí e inclusive producen conflictos internos.
La globalización que se manifiesta como un proceso complejo y conflictivo y que pone de manifiesto el componente ideológico, el neoliberalismo; y el político, el hegemonismo; produce varias reacciones en estos grupos, movimientos o partidos nacionalistas; algunos se adhieren, otros se adaptan y los últimos se oponen o no aceptan este orden de cosas, por lo que se han convertido en los outsiders de la mundialización. Recordamos que las izquierdas han sufrido una gran transformación, su acción política ya no es para implantar una sociedad sin clases; ahora es por lograr un mundo más justo y equilibrado social y naturalmente, y esto explica su mayor presencia en la esfera del derecho, la sociología y la ecología. Quizá por estos motivos, pero sin dejar de ser en esencia reformistas y anti conservadores, muchas veces se arropan o adhieren a movimientos nacionalistas o populistas como vehículos para llegar a obtener una cuota de participación en la vida política de los países.
Entonces, nos atrevemos a afirmar la existencia de un nacionalismo post moderno definido como la doctrina y sentimiento que profesa una comunidad o grupo que busca obtener el poder del Estado, vía proceso electoral -manteniendo el recurso de la violencia en caso de que el sistema niegue este cometido-, sosteniendo la proyección de una comunidad mayor integradora de las coincidencias y diversidades lingüística, étnica, cultural; y con una historia común que reconozca la localidad; para reformar las estructuras políticas, sociales y económicas mediante el empoderamiento de la sociedad política; y con el fin de lograr la plena ciudadanía y aminorar las desigualdades sociales y económicas.
Volvemos a enfatizar que en este mundo dividido ya no en derechas e izquierdas sino en Globalismo y Antiglobalismo, se vienen acentuando conflictos interculturales, internacionales e interétnicos; pero en América del Sur, Centro y el Caribe esta división se replica también entre las masas empobrecidas y el Estado, generando una inestabilidad de los regímenes de gobierno sometidos a esta tensión que se vuelve crónica y que potencia la amenaza de una nueva forma de subversión que no se apoyaría, como en los tiempos comunistas, en un sistema de contravalores a la cultura nacional, sino que tendería a afirmarse en valores tradicionales reconocidos como positivos (afirmación nacionalista o defensa de las tradiciones y valores religiosos o étnicos), lo cual hará muy difícil combatir este tipo de confrontación pues va a encontrarnos con nuestras conciencias divididas.
Volvemos a enfatizar que en este mundo dividido ya no en derechas e izquierdas sino en Globalismo y Antiglobalismo, se vienen acentuando conflictos interculturales, internacionales e interétnicos; pero en América del Sur, Centro y el Caribe esta división se replica también entre las masas empobrecidas y el Estado, generando una inestabilidad de los regímenes de gobierno sometidos a esta tensión que se vuelve crónica y que potencia la amenaza de una nueva forma de subversión que no se apoyaría, como en los tiempos comunistas, en un sistema de contravalores a la cultura nacional, sino que tendería a afirmarse en valores tradicionales reconocidos como positivos (afirmación nacionalista o defensa de las tradiciones y valores religiosos o étnicos), lo cual hará muy difícil combatir este tipo de confrontación pues va a encontrarnos con nuestras conciencias divididas.
2 comentarios:
Estimado Nayib,
Estoy en desacuerco dontigo en dos de los aspectos de tu plateamiento. Primeramente, dudo que el nacionalismo que se profesa en la actualidad si diferencia mucho de las corrientes nacionalistas del siglo pasado, a pesar de que puede tener ciertas diferencias (desde el momento en que nos encontramos en otro contexto histórico siempre las hay), pero no creo que las mismas sean suficientes como para hablar de un nuevo tipo de nacionalismo. Segundo, dudo mucho que el mundo esté dividido en políticos a favor y en contra de la globalización, me parece que en esto te has dejado llevar por el discurso político predominante. En ese sentido, muchas de las nuevas organizaciones políticas que están surgiendo en los últimos años no se oponen abiertamente a la globalización, sino al modelo de globalización que se está dando. Y esta sutil pero importante diferencia hay que remarcarla. Sería un gran error pensar que la salida política de nuestros países pobres es opornerse a la globalización, más bien la salida va por construir un nuevo modelo de globalización que implica cuestionar las relaciones económicas políticas qu sustentan el actual modelo. Además, si bien es cierto las diferencias ideológicas entre la izquierda y la derecha en determinados países se ha vuelto algo muy tenua, como en España, existe un factor que aún sigue siendo determinante y que es la capacidad adquisitva de las personas (ojo, que no estoy hablando de clases), que de alguna manera determina sus posturas e intereses.
Nayib espero tu pronta respuesta ya que tusa reflexiones invitan de manera muy grata al dialogo.
MARCAYUQ
Gracias por el comentario. Quizá fui muy romantico al definir este novedoso nacionalismo de izquierda. La idea que tengo es que este tipo de nacionalismo reformista esta de moda, si bien es cierto que durante el siglo XX se dieron pero la mayoria de elos era conservador y hasta tradicionalista. El nacionalismo siempre ha servido para mantener al establishment pero ahora se a vuelto algo subversivo. Descuento en este analisis a las guerras anti coloniales del siglo pasado.
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