Por: Héctor Huerto Vizcarra
Dentro de esta nueva perspectiva, la amenaza de una intervención militar no se muestra muy lejana, incluso mas bien, puede encontrar canales que le permitan el uso de la violencia de forma legítima. Además, tal como lo señala Zaverucha: “Y todo esto, naturalmente, impide la consolidación de una democracia que vaya más allá de los enfoques restringidos a la mera realización de elecciones.” Frente a ello, ¿cuáles son las funciones que deberían cumplir las Fuerzas Armadas para reforzar y no erosionar la democracia?
Para Agüero la solución pasa por desarrollar instituciones fuertes que controlen democráticamente tanto a las Fuerzas Armadas, a la policía como a los servicios de inteligencia, a la vez que los conviertan en instrumentos eficaces para la protección y la seguridad de los ciudadanos. Puntualiza además que un enfoque general de las políticas debería mantener una separación entre las funciones de estos tres sectores. Para todo ello, es necesario según Agüero, un liderazgo civil sólido que formule una política consistente y afirme una cadena de mando bien establecida. Por último, plantea que es importante la participación de las organizaciones de la sociedad civil en los debates públicos sobre las políticas de seguridad, y en la vigilancia de la actuación de las instituciones que operan sobre ella.
Desde mi punto de vista, esto no es suficiente, puesto que otra de las principales tareas es desaparecer en gran medida la línea separatoria que existe entre las Fuerzas Armadas y la sociedad civil. Partiendo de esta idea, se tiene que eliminar todo tipo de prerrogativas, como la del fuero militar, que desligue a los militares de la sociedad en general, así como dotarlos de todas las características que tiene un ciudadano común y corriente, como el derecho al voto. Si no se puede ciudadanizar a los miembros de las Fuerzas Armadas es poco probable que entiendan el valor intrínseco de la democracia y la defiendan.
Bibliografía
ZAVERUCHA, Jorge. La militarización de la seguridad pública en Brasil.
PION-BERLIN, David. Militares y democracia en el nuevo siglo. Cuatro descubrimientos inesperados y una conclusión sorprendente.
AGÜERO, Felipe. El nuevo “doble desafío”: Como ajustar el control democrático y la eficacia en el ejército, la policía y los servicios de inteligencia.
MÉNDEZ, Cecilia. Las paradojas del autoritarismo: ejército, campesinado y etnicidad en el Perú, siglos XIX al XX. En: Revista de Ciencias Sociales. Quito: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-Sede Académica de Ecuador, 2006
Dentro de esta nueva perspectiva, la amenaza de una intervención militar no se muestra muy lejana, incluso mas bien, puede encontrar canales que le permitan el uso de la violencia de forma legítima. Además, tal como lo señala Zaverucha: “Y todo esto, naturalmente, impide la consolidación de una democracia que vaya más allá de los enfoques restringidos a la mera realización de elecciones.” Frente a ello, ¿cuáles son las funciones que deberían cumplir las Fuerzas Armadas para reforzar y no erosionar la democracia?
Para Agüero la solución pasa por desarrollar instituciones fuertes que controlen democráticamente tanto a las Fuerzas Armadas, a la policía como a los servicios de inteligencia, a la vez que los conviertan en instrumentos eficaces para la protección y la seguridad de los ciudadanos. Puntualiza además que un enfoque general de las políticas debería mantener una separación entre las funciones de estos tres sectores. Para todo ello, es necesario según Agüero, un liderazgo civil sólido que formule una política consistente y afirme una cadena de mando bien establecida. Por último, plantea que es importante la participación de las organizaciones de la sociedad civil en los debates públicos sobre las políticas de seguridad, y en la vigilancia de la actuación de las instituciones que operan sobre ella.
Desde mi punto de vista, esto no es suficiente, puesto que otra de las principales tareas es desaparecer en gran medida la línea separatoria que existe entre las Fuerzas Armadas y la sociedad civil. Partiendo de esta idea, se tiene que eliminar todo tipo de prerrogativas, como la del fuero militar, que desligue a los militares de la sociedad en general, así como dotarlos de todas las características que tiene un ciudadano común y corriente, como el derecho al voto. Si no se puede ciudadanizar a los miembros de las Fuerzas Armadas es poco probable que entiendan el valor intrínseco de la democracia y la defiendan.
Bibliografía
ZAVERUCHA, Jorge. La militarización de la seguridad pública en Brasil.
PION-BERLIN, David. Militares y democracia en el nuevo siglo. Cuatro descubrimientos inesperados y una conclusión sorprendente.
AGÜERO, Felipe. El nuevo “doble desafío”: Como ajustar el control democrático y la eficacia en el ejército, la policía y los servicios de inteligencia.
MÉNDEZ, Cecilia. Las paradojas del autoritarismo: ejército, campesinado y etnicidad en el Perú, siglos XIX al XX. En: Revista de Ciencias Sociales. Quito: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-Sede Académica de Ecuador, 2006
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