29.4.07

Macchu Picchu: ¿ser o no ser una maravilla mundial?

Por: Héctor Huerto Vizcarra


Leyendo el blog de El Reportero de la Historia me di con la agradable sorpresa de encontrar una posición crítica frente a la apoteósica campaña publicitaria, de los medios de comunicación peruanos, a favor de la elección de Macchu Picchu como una de las 7 maravillas del mundo. Lo que me indujo a pensar del por qué no había escrito nada al respecto. Y aquí estoy.

El mismo Reportero recoge un comentario de Luis Millones en la web, al cual no he podido tener directo acceso porque dicha página no carga en mi computadora, en donde señala que no votemos por Macchu Picchu porque significa contribuir a la destrucción de "nuestro más importante patrimonio histórico". Asimismo, agrega que el turismo no es más que una forma de depredación de nuestros recursos históricos, a la cual somos inducidos por el capital. (1)

Comentario bastante marxista, por la combinación de palabras empleadas, lo cual evidentemente no le resta validez a su argumentación. Aunque sorprende, dentro de un medio, a veces tan aséptico, como el académico. A estos comentarios, El Reportero le agrega otro: el racismo que se esconde o se quiere ocultar tras esta campaña publicitaria. Por eso afirma que le sorprende que "quienes ensalzan las obras de los antiguos peruanos sientan un total desprecio hacia los actuales indígenas" (2)

Característica que no sería nueva en nuestra historia. Vale recordar que para algunos investigadores, durante el proceso de nuestra independencia, parte importante de la élite criolla reivindicaba el valor del imperio incaico y sus gobernantes, pero paradójicamente despreciaba al indio de sus tiempos, por considerarlo un ser venido a menos tras la conquista. Con ello no quiero afirmar que esta característica se arrastre desde esos momentos, sino que en la actualidad existe una condición similar, en la medida en que se recrea una historia andina sin muchos vínculos con el presente. Ya no reconocemos en la cultura andina la particularidad que tienen todas las culturas de recrearse en el tiempo. Mas bien, la vemos fosilizada en las crónicas o en los mitos orales recogidos en el campo.

Por ello, estoy en desacuerdo con Millones cuando afirma que los restos históricos de Macchu Picchu representan "nuestro más importante patrimonio histórico", ya que no creo que ningún vestigio arqueológico pueda ser más importante que la cultura que los generó. Evidentemente, hablar de la cultura andina, quechua o incaica, no es hablar de la cultura andina actual que puebla nuestra serranía, la cual es fruto de un mestizaje cultural que no solo abarca a la cultura española.

Además, esta cultura andina se halla también en toda Lima Metropolitana, en sus formas de organización, en sus festividades, y en la forma como ven la vida miles de peruanos, que con diccionarios de inglés en sus mochilas, o computadoras en sus trabajos, por más que no lo quieran aceptar, llevan un indio dentro suyo. Un indio que no es el mismo del siglo XVI.

Ojo, en ningún momento hago mención de la apariencia física, por cuanto ésta termina siendo irrelevante para mi análisis. Un hijo de padres franceses nacido en el país, puede muy bien adoptar las costumbres y la idiosincrasia de nuestra cultura andina, aunque dentro de su propia mezcla cultural que se da dentro de su familia nuclear.

Volviendo al tema: coincido plenamente con Millones en que resulta poco probable que el Perú tenga la capacidad suficiente para albergar mayor cantidad de turistas, enfocados principalmente en ir a visitar Macchu Picchu. No hay que olvidar que desde el año pasado se vienen publicando noticias sobre el hundimiento de las ruinas, así como su falta de cuidado o el maltrato que recibe por parte de los turistas. Si bien es cierto, los restos arqueológicos no resultan tan importantes como la cultura que les dio origen, simbolizan agujeros dimensionales en el tiempo que nos permiten ver como fue el pasado. Nos recuerdan dónde estamos parados hoy.

Si queremos aprovechar el turismo cultural, tal como lo aprendí de la guapa profesora Augusta Valle, tenemos que reconocer que el país tiene mayor oferta turística, de corte cultural, que ofrecer. El Perú no se limita al Cuzco, ni tampoco a restos arqueológicos, sino también a una rica variedad cultural o mejor dicho, de mezclas culturales, que encuentra sobre todo en la comida, su mejor y más sabrosa representación.

(1) El Reportero de la Historia: ¿No votar por Machu Picchu?

(2) El Reportero de la Historia: Egipto desestima concurso 'Las Nuevas 7 Maravillas del Mundo'

5 comentarios:

Carlos Eduardo Pérez Crespo dijo...

Hola,

Me parece que el autor hace un uso indiferenciado entre las palabras "indio", "andino" y "cultura andina". Lo cual hace que frases como "por más que no lo quieran aceptar, llevan un indio dentro suyo. Un indio que no es el mismo del siglo XVI" se pueda interpretar de distintas maneras.

Me gustaría que como historiadores puedan hacer un artículo sobre qué diferencias habría entre estos conceptos, que en mi opinión se usan de manera equivalente, cuando en realidad no creo que sea así.


Saludos,

Héctor Huerto Vizcarra dijo...

Es verdad. Puede decirse que hay un uso indiferenciado y hasta cierto punto irresponsable, porque no me detengo a conceptualizarlos.

Lamentablemente, el espacio y tiempo que te otorga un blog no son los más apropiados para ahondar en cualquier tema en general. Aunque tampoco es excusa insalvable. Sin embargo, creo que en mi texto logro entrever algo de los conceptos de dichas palabras.

En el caso de "indio" no utilizo la etimologia que se le suele dar y que se remonta al calificativo que le daban a los perros u otros animales en el caribe. Si no al concepto que lo liga a los habitantes de los andes, pertenecientes a la cultura andina, es decir que tiene raices quechuas, aymaras, etc. y que responde a ciertas caracteristicas propias (territorio, lengua, relaciones sociales...)

Evidentemente hablar de la cultura andina requiere especificar de cual de todas estamos hablando, o si se trata de una generalizacion burda. En mi caso es lo último, porque ni me alcanza el tiempo ni el conocimiento para ser mas preciso.

La diferencia que señalas entre lo andino y la cultura andina no me termina de quedar clara. Quizá sería mejor que expongas tus puntos de vista para asi no dar palos de ciego.

Cuando me refiero que todos tenemos un indio dentro, me refiero a indio como representacion individual de la cultura andina, de la cual todos formamos parte. Aunque dicho concepto es casi prohibido en nuestro país desde Velasco, por las connotaciones despectivas que asumio desde sus inicios.

Con esto no niego la existencia no otras culturas o rasgos culturales, sean negros, asiáticos, europeos... pero afirmo que existe, y debe reconocerse como tal, un predominio de lo andino, pero no como reafirmación de una cultura excluyente sino de una que mezcla, recrea y se reafirma con el tiempo, adaptandose a las nuevas influencias.

Carlos Eduardo Pérez Crespo dijo...

Mi acotación es simple, me parece que el concepto indio o indígena no es igual al de andino, pues este último está lleno de una complejidad mayor, en el cual está incluída la mezcla y su complejidad cultural manifiesta actual. Pero también creo que esa complejidad ha caracterizado al mundo andino a lo largo de la colonia también.

En tu respuesta veo que sigues utilizando ambos como sinónimos o como conceptos casi equivalentes. Doy un ejemplo: la música del grupo Alborada de Ayacucho. Ellos hacen fusión entre la música electrónica y elementos de la música andina. Son indígenas??? Su música es indígena? Tienen el indio dentro? Aquellos que provenimos de alguna provincia andina (o de algún pueblo recóndito de por ahi) habiendo nacido en Lima y que creemos tener elementos de dicha cultura en nuestras costumbres, somos indígenas???? Creo que sigue la mala utilización del concepto.

En verdad sí tengo algunas ideas sobre la diferenciación de esos conceptos que menciono pero me tomaría algo de tiempo y espacio. En verdad quisiera saber la opinión de ustedes los historiadores sobre el asunto. Recordando que son ustedes los que cuentan la historia, mas no aquellos a los que se les llama indígenas o andinos sin reparo.

Muchas gracias por su respuesta,


Saludos


Carlos

Héctor Huerto Vizcarra dijo...

Ahora entiendo mucho mejor tu comentario, y a mi parecer noto cierta predileccion por separar lo andino de lo indigena y no entiendo el por qué.

Si concordaras conmigo en que Ecuador culturalmente se parece al Perú, porque comparte rasgos similares de su cultura andina, sin que se desconozca x ello sus caracteristicas propias, te haria la sgte pregunta: ¿por que en ecuador los movimientos sociales campesinos se hacen llamar indigenas?

¿Cuál es el problema de calificar como indio a una persona? ¿Cuál es su diferencia con lo andino? Todo esto me recuerda al anecdota que cuenta el viaje de un antropologo por pueblos de la sierra, preguntando donde podia encontrar indios, cada pueblo le señalaba otro pueblo distante, y cuando llegaba a ese otro pueblo, se repetía el ciclo.

Esto se debe en parte al desprestigio en que ha caido la palabra indio en nuestro país. Se ha tomado más como un insulto que como el gentilicio de las personas que comparten culturalmente rasgos andinos. Para mi no existe la diferencia que mencionas porque estoy utilizando dicha palabra como un gentilicio de la cultura andina.

Ahora bien, seria interesante que definas qué es indigena o indio para ti. O mejor, ¿quienes son indios en el Perú? Para mi es claro, pero repito es mi opinion. No tienes que darte por ofendido si yo creo que tienes algo de indio. Yo me considero indio.

Porque, al menos para mi, resulta por decir lo menos curioso (o escandaloso) que los indios en el Perú desaparecieron de la noche a la mañana, cuando se dejo de festejar el día del indio por el del campesino. Aunque no olvidemos a nuestros hermanos amazonicos que si se reconocen como indigenas.

El tema es complejo, asi como lo es la cultura andina, y el uso de la palabra que puede fungir de gentilicio. Para mi lo más sano y menos hiopócrita es la palabra indio, porque nos hace enfrentarnos a demonios internos, en donde el racismo y la discriminación predominan.

Anónimo dijo...

Tema amplio y complejo, además de espinoso en un país acomplejado y traumatizado por
el proceso de colonización.

Según la definición del Relator Especial de la ONU Martínez Cobo (que fue utilizada
como base para el famoso Convenio 169 de la OIT): "son comunidades, pueblos y
naciones indígenas los que, teniendo una continuidad histórica con las sociedades
anteriores a la invasión y las precoloniales que se desarrollaron en sus
territorios, se consideran distintos de otros sectores de las sociedades que ahora
prevalecen en esos territorios o en partes de ellos. Constituyen ahora sectores no
dominantes de la sociedad y tienen la determinación de preservar, desarrollar y
transmitir a futuras generaciones sus territorios ancestrales y su identidad étnica
como base de su existencia continuada como pueblo, de acuerdo con sus propios
patrones culturales, sus instituciones sociales y sus sistemas legales".

Según esta definición, "indígenas" son solo las comunidades que se autodefinen como
tales y que mantienen vivas instituciones con orígenes anteriores a la colonización
europea. Entonces, las comunidades urbanas de puneños de origen aymara que chambean
en el mercado de Unicachi... ¿Caben en esta definición de la OIT? Conozco el caso de
un hijo de comunero de un anexo de un pueblo cercano a Chota, en Cajamarca. Él
trabaja como funcionario de la Embajada de EEUU. ¿Qué "es"?

Por otro lado tenemos la definición antropológica posmoderna acerca de que la
"identidad" es algo que se construye. Este es un progreso respecto de visiones
"esenciales" que pensaban que la "identidad cultural" estaba vinculada prácticamente
a la genética. Aquí es donde surge lo que plantea marcayuq: un hijo de europeos
plenamente identificado con "lo indígena"... ¿Qué "es"? Conozco un holandés que vive
hace 40 años en Ecuador y que se hace llamar "el grindio". La OIT diría que no
tienen nada de indígena. Los antropólogos posmodernos dirían que tiene algún
sentido.

Este comentario ya va pareciendo un artículo extenso, así que mejor lo voy acabando.
Lo que hago es señalar la complejidad del término "indio"... Pero pienso que no
debería usarse como gentilicio de "andino" porque es genérico. Hay indios
norteamericanos, australianos, asiáticos e incluso hay pueblos que se acogen a la
definición de la OIT en los países nórdicos de Europa.

¿Y lo "andino"? Solo quiero llamar la atención sobre el uso de la fórmula "cultura".
"Cultura" funciona para "la cultura moche", "la cultura aymara", etc. Pero pienso
que cuando hablamos del mundo andino se trata de algo más grande. ¿Por qué se habla
de la civilización europea o de la civilización oriental y no de la "civilización
andina"? Creo que prefiero esa fórmula, porque se trata de marcos mucho más
abarcadores.

Como ven, no cierro nada ni expongo ninguna postura definitiva. Pero en cualquier
caso celebro la identidad andina, de la cual formo parte. Y nuestra identidad andina
es muy persistente y, al mismo tiempo, muy flexible, habiendo sabido crearse y
recrearse contínuamente. Me quedo con las palabras de Julio Simeón, (a) Chapulín el
Dulce: "Cuando el indio llora por las vírgenes del sol, cuando el cóndor pasa la
pampa y la puna... ahí se escuchan los vientos de chicha". La chicha, creación
heróica del indio urbano.