Por: Nayib
Siguiendo la saga de las espadas, les presento una opinión sobre el libro La cuarta espada. La historia de Abimael Guzmán y Sendero Luminoso, del periodista Santiago Roncagliolo.
Admiro la audacia de este escritor al hacer de un periodo trágico en la vida de la sociedad peruana un relato que hoy encabeza la lista de libros más vendidos en el país, sin soslayar el buen marketing de la casa editora. Aún cuando existen muchos errores referidos a fechas, lugares y circunstancias, de seguro sólo serán detectados por lectores actores en la guerra interna y, estudiosos y preocupados sobre el tema. Para el lector común toda la información podrá ser digerida como verdad, porque al arte de una prosa fluida y sencilla se añade la credibilidad que se imprime al relato: citando a, no pocos, actores directos; dando de cuenta de entrevistas, que más de un investigador ha querido tener; pisando escenarios, que solo conocemos de oídas; enrostrándonos bibliografía especializada; y por último atreviéndose a sustituir espacios temporales vacíos, sin datos; por hechos que resultan bastante creíbles.
El tratar historiar la vida de Abimael o la de algunos senderistas resulta interesante en la medida, como el mismo autor manifiesta, no han sido estudiadas prolíficamente, salvo algunas referencias tangenciales dentro de la historia o análisis del fenómeno Sendero Luminoso. Sin embargo, nuestro novelista al centrarse sólo en la cúpula partidaria, soslaya la vida cotidiana de los integrantes de las bases de apoyo, de la masa, como el caso del Comité Popular de Sello de Oro en la selva ayacuchana. Para ahondar más sobre este tema te invito a visitar: Familia, cultura y “revolución”. Vida cotidiana en Sendero Luminoso, de Ponciano del Pino. Los Senderos Insólitos del Perú. Steve J. Stern (Editor) IEP – UNSCH. Perú, 1999.
Es un buen libro, entretenido, neutro para no decir inocuo, pero que quizá satisface la curiosidad del lector actor o invite a la nostalgia de algún simpatizante o activista del Partido Comunista del Perú.
Otros blogs sobre el tema:
El Morsa: La cuarta espada de roncagliolo
Zona de noticias: más sobre la cuarta espada
Entrevista a Elena Iparraguirre
El Blog de Roncagliolo y una versión de entrevista
Desde el tercer piso: El sendero de Roncagliolo
Entrevista completa a Roncagliolo sobre el libro
Puente Aéreo: Senderología Pop: la cuarta espada (laser)
Siguiendo la saga de las espadas, les presento una opinión sobre el libro La cuarta espada. La historia de Abimael Guzmán y Sendero Luminoso, del periodista Santiago Roncagliolo.
Admiro la audacia de este escritor al hacer de un periodo trágico en la vida de la sociedad peruana un relato que hoy encabeza la lista de libros más vendidos en el país, sin soslayar el buen marketing de la casa editora. Aún cuando existen muchos errores referidos a fechas, lugares y circunstancias, de seguro sólo serán detectados por lectores actores en la guerra interna y, estudiosos y preocupados sobre el tema. Para el lector común toda la información podrá ser digerida como verdad, porque al arte de una prosa fluida y sencilla se añade la credibilidad que se imprime al relato: citando a, no pocos, actores directos; dando de cuenta de entrevistas, que más de un investigador ha querido tener; pisando escenarios, que solo conocemos de oídas; enrostrándonos bibliografía especializada; y por último atreviéndose a sustituir espacios temporales vacíos, sin datos; por hechos que resultan bastante creíbles.
El tratar historiar la vida de Abimael o la de algunos senderistas resulta interesante en la medida, como el mismo autor manifiesta, no han sido estudiadas prolíficamente, salvo algunas referencias tangenciales dentro de la historia o análisis del fenómeno Sendero Luminoso. Sin embargo, nuestro novelista al centrarse sólo en la cúpula partidaria, soslaya la vida cotidiana de los integrantes de las bases de apoyo, de la masa, como el caso del Comité Popular de Sello de Oro en la selva ayacuchana. Para ahondar más sobre este tema te invito a visitar: Familia, cultura y “revolución”. Vida cotidiana en Sendero Luminoso, de Ponciano del Pino. Los Senderos Insólitos del Perú. Steve J. Stern (Editor) IEP – UNSCH. Perú, 1999.
Es un buen libro, entretenido, neutro para no decir inocuo, pero que quizá satisface la curiosidad del lector actor o invite a la nostalgia de algún simpatizante o activista del Partido Comunista del Perú.
Otros blogs sobre el tema:
El Morsa: La cuarta espada de roncagliolo
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El Blog de Roncagliolo y una versión de entrevista
Desde el tercer piso: El sendero de Roncagliolo
Entrevista completa a Roncagliolo sobre el libro
Puente Aéreo: Senderología Pop: la cuarta espada (laser)
12 comentarios:
Pues me ha entrado la curiosidad. Lo malo que los libros de Roncagliolo están más caros que seguro del auto fantástico.
Pero para eso existe la pirateria.... jajaja Por eso amo al Perú!!!!
Mas bien, el libro de alguna manera está tan mal hecho que se equivoca en afirmar como por ejemplo que Benedicto Jimenez salio elegido congresista. Pero lo más alarmante ha sido la entrevista que dio Roncagliolo, que está linkeada, en donde afirma que Abimael Guzmán fue uno de los mejores analistas políticos del Perú en los 80...
De ser esa barbaridad cierta... entonces, está justificada su lucha armada?
Dejo la pregunta para el debate
Mi estimado marcayuq
VIVA LA VIDA
ABAJO LA MUERTE
Tienes alguna duda.
Que a Roncagliolo Abimael le parezca un gran analista político no quiere decir nada acerca de las justificaciones de nada, menos aún en un sentido moral. En todo caso, creo que él va más en el sentido de que logró imponer parte de su programa a la agenda nacional,lo cual encima parecía difícil en la práctica, dado lo inmensos y disparatados que eran los objetivos de Sendero. En ese sentido creo que hay algo interesante en la afirmación de Roncagliolo: Sendero quizo y logró convertir el Perú en un país cuyos destinos eran guiados por la violencia.Por desgracia llegó lejos.
El objetivo de Sendero Luminoso era la toma del poder, y siempre estuvieron distantes del mismo. Lo que Sendero logró fue convertir al país en anti-senderista.
Sendero veía como parte de su estrategia convertir al Estado en actor de matanzas para hacerlo encajar, a ojos de la opinión pública, en su "estado fascista". Claro que Sendero quería llegar al poder, pero lo primero era destruir el poder existente, hacerlo parecer ilegítimo. Nop tenía porqué siquiera acercarse a ello, pero tan rápido como a inicios 1983 el Estado peruano dejó de áparecer cómo víctima para muchos sectores para ser el segundo actor sanguinario del conflicto. Que el país sea anti-enderista es estrictamente lo esperable, tratandose de asesinos declarados, enfermos de aferrarse a los vericuetos ideológicos de un endiosado fanático mediocre como Guzman. Lo soprendente es que tal fanático, aún en medio de ceguera asquerosa, haya logrado obtener del Estado la reacción que buscaba, y no por poco tiempo. Es cierto que probablemente eso nos diga más del Estado que de Guzmán, pero parece innegable que durante los ochentas Sendero avanzó mucho más de lo pronosticable, incluso en términos de opinión pública, al deslegitimar y poner la credibilidad del Estado casi al mismo nivel que la suya propia. El Estado peruano cayó en su trampa con sus censuras informativas, comandos políticos militares (y de qué militares), escuadrones asesinos,matanzas en penales, etc. Un poco como lo que logra USA, en términos de opinión pública, al lanzarse en una cruzada contra el Islam.
La estrategia de SL de provocar matanzas del Estado para deslegitimarlo no creo que haya sido provechosa, dada la cantidad de cuadros importantísimos que murieron en esos años 83-84 y, más aún, dado que perdieron el apoyo de la población rural en la medida en ésta observó que Sendero no podía respaldarlos frente al poder de fuego del ejército, como había prometido. Ten en cuenta que el Estado, en estas zonas, no necesitaba ser deslegitimado porque lo estaba en la práctica hacía bastante tiempo; por eso las acciones iniciales de Sendero --en las que no hubo combates reales sino incursiones alevosas contra puestos policiales, juicios contra abigeos, etc.-- recibieron cierto apoyo de la gente. Cuando entró el ejército, ciertamente los cuadros más ideologizados de Sendero pudieron convencerse más de la naturaleza "genocida" del Estado, pero no así los sólo simpatizantes, para los que empezó una situación de pesadilla "entre dos fuegos" y que buscaron huir o si no remediarla organizando rondas, es decir, aliándose con el Estado. Finalmente, cuando Sendero perdió el apoyo en el campo, se batió en fuga hacia la ciudad; decisiones totalmente incorrectas como el atentado de Tarata hicieron que, acaso, por primera vez en la historia, gente de Miraflores y de Villa El Salvador salieran a las calles a marchar conjuntamente. Sendero, en lugar de atizar la lucha de clases, a la larga estimuló la solidaridad interclasista.
Todas estas equivocaciones nos hablan no sólo de las aberraciones morales de Guzmán, sino de sus incapacidades intelectuales. Nos hablan de un dirigente que puso sus odios y resentimientos por encima de lo que era táctica y estratégicamente conveniente para su organización. En ese sentido, la caracterización de Roncagliolo es totalmente irresponsable, dado que además lo hace para vender y no para estimular un debate, como es creo tu propósito y el nuestro.
Gracias por la respuesta, Adrián. Saludos.
A mi también el libro me deja la idea de que Roncagliolo escribe la mitad de las cosas solo para provocar y figurar. Este caso es un buen ejemplo y la caracterización de Guzmán en este sentido es, por lo menos, muy exagerada.
Pero yo me refería más bien a Sendero en la plataforma mediática en los primeros años. Que Sendero estuviera aún en el campo no implica que no generara debate en la ciudad. Hay harto testimonio de que sí lo hizo.
Cuando había poca información y mala, el estado logró perder parte de su legitimidad muy rápidamente, en parte al contribuir a la desinformación con la censura militar, en parte por la militarización misma y en gran parte por sus enormes excesos. No ayudaron el fervor antiestado de los líderes de opinión de la izquierda de entonces -siempre a flor de piel- ni la ignorancia y antiizquierdismo generalizador de la derecha. Y el Estado a inicios de los ochentas no estaba tan desligitimado en Lima, eran, más bien, años de esperanza en un renacer democrático con una izquierda que crecía.
Pero soprende que un grupo tan violento y tan absurdo no haya concentrado todo el rechazo al inicio. Con su conducta atípica y mezcla de brutalidad y extrema violencia y cladistinidad, con sus provocaciones directas a los militares, Sendero logró sacarlos de sus casillas y pasar, por momentos, el debate desde sus actos a los del Estado.
Estoy de acuerdo en que Guzmán, aún dentro de lo errado y absurdo de su propia lógica, cometió errores inmensos. Pero el avance de Sendero entre 80 y 85, sobre todo en términos de impacto mediático,que es esencial para os terroristas, fue tal que ni los más lunáticos lo podían esperar. Lo que pasó se acerca a lo que Guzmán quería en ese sentido. La coyuntura fue aprovechada para mostrar a un Estado a la vez débil y prepotente, crecano al que ellos querían pintar.
Sobre Sendero y el MRTA, para los que quieran ver un enfoque interesante, recomiendo este articulo que encontre:
http://www.connuestroperu.com/index.php?option=com_content&task=view&id=2051&Itemid=31
Percy, ese artículo es fruto de algún nacionalista trasnochado
I truly loved this brilliant article. Please continue this awesome work. Regards, Duyq.
hola a todos los comentaristas de este libro, es muy bueno el libro aun me falta por terminar de leer pero hasta donde voy esta interesante.... recomiendo que tambien puedan leer el libro de ricardo uceda.. muerte en el pentagonito.. ahi se las masacres que hizoel ejercito durante la guerra interna y asi veremos q tambien el ejercito es un terrorismo. gracias.
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