Supongo que así se comienza, con un montón de letras, muchas ganas, y demasiada incertidumbre. Felizmente no estoy solo, somos varios, un puño. La historia de alguna manera u otra se ha impregando en nuestras pieles, nuestros recuerdos y nos impulsa a hacer algo. La historia pertenece al campo del presente y a nuestra cotidianidad, solo que lo olvidamos. O son los sociológos quienes nos quitan el empleo.
Tampoco es una cuestión de rivalidad, sino de colaboración mutua. Lamentablemente, los historiadores poco dialogan. Huyen del presente como si de la parca se tratara, aunque en el fondo, prefieren tratar con los muertos. Somos como los remeros de Caronte. Por ello, los vivos poco nos entienden, si saben de nosotros. Para los más, somos como unos fantasmas, o como la niebla de las mañanas.
Ahora, hoy, se hace la historia...
(*) La imagen corresponde a la pintura "Guernica" de Pablo Picasso
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